A punto de desaparecer cauce del río Blanco

San Pedro Sula, Honduras.

Ante la falta de supervisión y control, las invasiones en los bordos han proliferado en la ciudad.

Bordos que estaban completamente vacíos, poco a poco se han poblado de familias, negocios como carwash, areneras, pulperías y llanteras ante la vista y paciencia de las instituciones encargadas de la protección ambiental.

El bordo del río Blanco desde el segundo anillo periférico hasta el bulevar del norte está invadido, ahora en su mayoría por negocios, y las personas justifican la ocupación por la necesidad de un trabajo. A diario llegan volquetas, camiones y carros a descargar material de construcción y basura para ir ganando espacio al cauce del río, que ha quedado reducido a un pequeño riachuelo.

Preocupa que cuando las autoridades decidan actuar será demasiado tarde porque la zona está en las cercanías del acuífero Sunseri, uno de los más importantes de la ciudad. Cada día se incrementan los asentamientos humanos.

“ Nosotros tenemos derecho a ganarnos la vida y rellenamos para poner acá estos puestos”, dice José Mejía, encargado de una arenera. San Pedro tiene 16 bordos ocupados por unas 18,000 familias, según datos proporcionados por Alberto Benítez, director ejecutivo de Hábitat para la Humanidad.

El presidente de la Fundación para el Desarrollo del Valle de Sula, Martín Mayorquín, dice que es un gran reto y preocupa que no se le preste atención a lo que se considera una bomba de tiempo. Considera que se deben considerar soluciones sostenibles y de ejecución a corto plazo.

Dato.Según planteamiento de Hábitat se necesitarían 12 años para reubicar a las familias, pero comenzando ya.