19/04/2024
12:32 AM

Feligreses celebran con júbilo y devoción la resurrección de Jesús

En su mensaje, el padre Raúl Najarro demandó paz, justicia y menos corrupción para el pueblo hondureño

San Pedro Sula, Honduras

“Aleluya, Jesús resucitó”. Esta era la frase que se repetía en todas las iglesias y que los fieles cantaban con júbilo.

Los católicos celebraron ayer el Domingo de Resurrección, una de las fiestas más importantes y que culmina las festividades de Semana Santa.

La catedral San Pedro Apóstol y los templos de las distintas parroquias de la ciudad estuvieron abarrotados por fieles que participaron en la misa donde se recuerda que Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas al cielo.

El padre Raúl Najarro, sacerdote de la catedral, ofició el mensaje de la misa solemne, el cual fue dirigido a la transformación personal. Él recordó que de esa manera el sacrificio de Jesús disuelve los pecados y convierte a los creyentes en nuevas personas.
El Santo Encuentro se celebra al amanecer del Domingo de Pascua. Por una calle salen los hombres con la imagen del Cristo Resucitado, y por otra las mujeres con la imagen de la Virgen María.

Foto: La Prensa

Decenas de católicos se reunieron en la catedral San Pedro Apóstol para celebrar la resurrección del Hijo de Dios.
La noche del sábado, los feligreses también participaron en la vigilia pascual, una antigua tradición en honor al Señor, que significa que están a la espera de su regreso.

Con velas encendidas en sus manos rezaban y cantaban esperando la llegada del Hijo de Dios. En las distintas misas, el cirio pascual permaneció encendido como una representación de la luz de Cristo resucitado y estará encendido hasta el Día de la Ascensión, cuando Jesús sube al cielo, cuarenta días después del Domingo de Resurrección.

Najarro demandó paz y justicia para el pueblo hondureño, no más violencia y corrupción en Honduras, un país golpeado en los últimos meses por la migración de miles de familias hacia los Estados Unidos.

Exhortó a los gobernantes a trabajar por el bien de los pobres, al igual como lo hizo Jesús de Nazaret, para que esta sea una tierra próspera y llena de bendiciones.

Foto: La Prensa

La misa fue oficiada por el sacerdote católico Raúl Najarro, quien dirigió el mensaje hacia el cambio personal a través del milagro de Jesús al vencer la muerte.