24/04/2024
12:27 AM

En peligro de extinción 21 especies en Río Plátano

El jaguar, puma y águila arpía pueden desaparecer por la deforestación, caza ilegal, destrucción de nidos y apertura de tramos carreteros en la Biosfera.

Río Plátano, Gracias a Dios.

Si continúa la deforestación masiva, la caza ilegal, la destrucción de nidos y la construcción de tramos carreteros desaparecerán 21 especies de animales en la Biosfera del Río Plátano, patrimonio de la humanidad, por su inmensa riqueza natural.

El biólogo Marcio Martínez, técnico forestal del Instituto de Conservación Forestal (ICF) con más de 13 años de experiencia en la Biosfera de Río Plátano, advirtió que la situación de la fauna en esta vasta región es crítica.

A pesar de que los fondos estatales son insuficientes y limitan la investigación científica constante, el experto detalló a LA PRENSA que el descombro de la selva y la caza tienen en peligro de extinción a los felinos jaguar, puma, ocelote, tigrillo y yaguarundí. Las dos guaras, las guacamayas roja y verde, están en la misma situación por la destrucción de su hábitat.

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“Cada una tiene distintas amenazas, pero la deforestación es el eje transversal de las amenazas”, aseguró.

El Pecari tajacu (quequeo, chancho de monte) y tayassu pecari (jagüilla) están seriamente amenazados por la cacería masiva, así como el venado cola blanca y el venado tilopo.

En tanto que las cuatro tortugas marinas que anidan en las playas de Río Plátano son amenazadas por la destrucción de las playas y saqueo de los nidos. “Las playas ahora las usan de carreteras, la gente usa cuatrimotos por donde ellas habitan y eso es letal para cuando quieren anidar. La basura es otro problema porque cuando las tortugas ven eso no anidan”, comentó.

El águila arpía, que en Honduras solo existe en la Biosfera, Olancho y Colón y es rara en el mundo, está en peligro de extinción porque su alimento, los monos y los osos perezosos, están siendo cazados, y por la destrucción de su hábitat.

Un mamífero amenazado por la contaminación de las fuentes de agua, en especial las lagunas, así como por golpes por lanchas y la cacería de pueblos originarios es el manatí.

Entre las aves amenazadas por la cacería está el paujil, Y la lora nuca amarilla por la captura para mascotas exóticas. “El oso caballo, uno de los animales más raros en la fauna de Centroamérica, está seriamente amenazado por la destrucción de su hábitat. Ese no lo cazan para comer, no lo matan, pero sí destruyen su hogar por la ganadería extensiva. También se encuentran en peligro los dos osos perezosos por el tráfico ilegal para mascotas. Todas las antes mencionadas están en peligro de extinción”, dijo.

Crítico

Jorge Salaverri, nativo de La Mosquitia, ingeniero forestal y ambientalista con 30 años de experiencia en la zona, dijo que la deforestación es masiva en Río Plátano y desde el año pasado esta destrucción ha llegado al núcleo. Hace 30 años se veían en abundancia árboles con guacamayas, ejemplificó.

Según el experto, en La Mosquitia se han cortado más de 150,000 hectáreas de bosque desde 2010, y con esta destrucción se eliminan hábitats de aves que necesitan un bosque, tal como el pájaro campana y momótidos o guardabarrancos, entre otros. Asimismo, se han destruido árboles como el indio desnudo, que tiene matapalo o muérdago, de los cuales comen muchas aves, entonces la deforestación es fatal.

“Cuando encuentra en un bosque virgen tapir, jaguar y puma, eso le indica que es un bosque todavía en buen estado y que se puede rescatar. Cuando usted encuentra muy pocos, que es lo que está ocurriendo en La Mosquitia, es porque los están cazando, están destruyendo su hábitat, el bosque queda con poco valor biológico. Antes, este daño se limitaba a las periferias y hoy están entrando en el núcleo”, aseveró.

El experto reveló que en los ríos están pescando masivamente el pez cuyamel, salen “treinta mulas cargadas con los peces” para el lado de Dulce Nombre de Culmí (Olancho) o para el río Paulaya para venderse en los mercados a 130 la libra.

“Barren con redes, dinamita y otros mecanismos para pescar. Todo este daño solo con la pesca de cuyamel es un daño grandísimo desde Las Marías hasta el Subterráneo, tanto indígenas como mestizos. Si pone trampacámaras va a encontrar jaguares, ¿pero donde las están poniendo?, En lugares donde no ha llegado el hombre, las deberían poner donde hay gente para ver el impacto sobre la fauna. Siempre he dicho protejamos el núcleo, paremos la frontera agrícola”, sentenció Salaverri.

Entre las especies que ya no se avizoran desde el punto de vista de este ambientalista están los cinco felinos, el tapir, el venado, tepezcuintle, perezosos y los monos porque se los comen.

Para Salaverri, las autoridades estatales no han tomado acciones para proteger la biodiversidad y se cuestiona qué hacen con todos los fondos que se disponen para esta materia.