18/04/2024
05:36 PM

Con 2 muertos por covid-19 al día, Intibucá pierde triajes y oxígeno

Por falta de dinero, las alcaldías cerraron 12 triajes En solo tres meses, el hospital gastó L2.4 millones en oxígeno; para todo el año tenía presupuestados L1.8 millones.

    La Esperanza, Honduras.

    Después de un año de coronavirus, la estructura de salud pública montada para frenar la pandemia comienza a sucumbir en Intibucá por escasez de recursos económicos; entretanto, el promedio de muertes ha escalado a dos víctimas cada día en el último mes.

    Hasta finales del año pasado, los habitantes de los 17 municipios de Intibucá que sentían síntomas de covid-19 acudían a cualquiera de los 16 triajes, ahora solo pueden asistir a cuatro: uno bimunicipal (de Intibucá y La Esperanza), uno en Jesús de Otoro, uno en Dolores y otro en San Juan.

    El cierre de triajes ha desatado una saturación en el Hospital Enrique Aguilar Cerrato: no tiene más camas para más pacientes. La sala covid, con capacidad para atender a 26, ayer tenía 31 enfermos (119%). Los implementos y medicamentos se están agotando y el presupuesto para comprar oxígeno, que aumentó en 600%, solamente cubrirá unos meses.

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    Al doctor Ramón Darío Argueta, director del Enrique Aguilar Cerrato, “le preocupa hondamente esta situación” y está seguro que “para afrontar esta problemática sanitaria es de manera conjunta y solidaria”. Advierte que, “caso contrario, el hospital colapsará”.

    “Hemos, desde el año pasado, solicitado al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), a la Región de Salud, autoridad local, así como toda oportunidad con instancias de la Secretaria de Salud, en webinarios, conversatorios, como en comparecencias presenciales, la necesidad imperiosa de un CETTE (centro temporal de triaje y estabilización) departamental activado, equipado y funcional 24/7, que ayude a descongestionar la saturación hospitalaria actual. Es urgente este respaldo”, dijo Argueta en una entrevista con Diario LA PRENSA.

    El cierre de una decena de triajes en menos de un año es consecuencia de la escasa capacidad económica que poseen las municipalidades para sufragar el pago de médicos, enfermeras, microbiólogos y otros empleados, más la adquisición de material médico. El triaje bimunicipal de La Esperanza e Intibucá suspendió la atención nocturna y solamente mantiene abiertas las puertas durante el día. Esto ha provocado un congestionamiento en el hospital.

    Más de 100 pacientes diarios llegan al triaje bimunicipal (La Esperanza e Intibucá).
    “La dinámica intensa sin parar desde hace cuatro meses dentro de la sala covid tiene un personal fatigado, con voluntad y bien enfocados en su misión, pero cansado y tenso. El personal contratado para apoyar estos meses concluye en junio, 10 recursos terminan su contrato y no tenemos seguridad de continuar con dicho personal, nos preocupa esta situación, pues sin ellos sería difícil atender con calidad y eficiencia a esta población”, dijo Argueta.

    Antes de la pandemia, el Enrique Aguilar Cerrato contabilizaba un gasto mensual de oxígeno de L150,000; hoy, a causa del covid-19, debe erogar cerca de L900,000. Hasta mediados de mayo, la demanda rebasó el presupuesto y este único hospital público de Intibucá no tiene dinero para cubrir el segundo semestre.

    “El presupuesto global de oxígeno para todo el año es de L1,800,000 y solo hasta abril hemos consumido L2,443,161.74.

    Este consumo no para, solo en abril consumimos L886,886.85: mes máximo en toda la pandemia.

    De no cambiar el comportamiento del covid, así será el consumo el resto del año. Proyectando una erogación de L7 millones más, de mayo a diciembre de 2021”, dijo Argueta. “Es un problema serio el que se nos avizora”.

    Para Argueta, “esta situación es agobiante y altamente preocupante, pues el hospital no tiene capacidad financiera para cubrir el consumo, siendo necesario hacer las gestiones para encontrar respaldos adicionales”.

    “Hay que reconocer que a través de fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le dieron al hospital un beneficio de L2 millones para oxígeno, pero solo cubrirá el 20%”, aclaró.
    En todo el departamento, con una población de más de 269,000 habitantes, se han contagiado hasta esta semana 4,772 (el 1.8%) y han muerto 88. Intibucá registra una tasa de letalidad de 1.8% (una de las más bajas del país) y una tasa de mortalidad de 0.0003%.

    A juzgar por las cifras, el covid no ha golpeado tanto a Intibucá como a otros departamentos, mas la realidad cotidiana asusta y preocupa a las autoridades locales. En el hospital, la cantidad de fallecidos escaló de cuatro en enero a 16 en abril y a más de 20 en mayo. En todo el departamento, en lo que va de mayo, han muerto 36 personas (41% de todos los fallecidos durante toda la pandemia).

    El Enrique Aguilar Cerrato tiene internados 31 de los 127 pacientes que hay en seis hospitales del occidente.
    El doctor Juan Alexander Flores, jefe de la Región de Salud de Intibucá, le dijo a Diario LA PRENSA que las autoridades de Salud se ha reunido con Sinager para establecer medidas de contención ante el incremento de muertes y la carencia de triajes.

    También “habíamos quedado con los alcaldes en armar un triaje departamental. La mayor cantidad de pacientes la tenemos en La Esperanza debido a que las personas de muchos municipios vienen acá. Quisimos armar ese triaje, pero los alcaldes no respondieron.

    Lo preocupante es el número de muertos, de hasta dos diarios (…). Tenemos números similares a los de Choluteca que tiene una población mucho mayor. Después de la Semana Santa esto se disparó por no tener una estructura y tener el triaje principal trabajando a medio vapor, 12 horas (trabajan 11 médicos, dos auxiliares de enfermería, tres microbiólogos y dos aseadoras)”, dijo.

    Flores le explicó a Diario LA PRENSA que el aumento de casos graves impacta negativamente a el hospital: “Un paciente de alto flujo gasta un cilindro de oxígeno cada hora, que cuesta más de L1,000. En un paciente se gastan más de L24,000 al día y en más de 32 es mucho más dinero”.

    El Enrique Aguilar Cerrato tiene internados 31 de los 127 pacientes que hay en seis hospitales del occidente.

    Yovany Rafael Cardona, epidemiólogo de Vigilancia de Salud en Intibucá, estima urgente la reapertura de los triajes, el aumento del presupuesto del hospital para comprar oxígeno y “detectar al paciente en la etapa temprana; manejarlo con medicamentos y dar seguimiento en casa para evitar la saturación en el hospital”.


    “Los pacientes llegan cuando están en la fase pulmonar al hospital porque no tenemos la protección por la falta de los triajes. No tenemos contención como lo teníamos el año pasado con los equipos de respuesta rápida que visitábamos los barrios y colonias”, dijo Cardona, quien estuvo internado en una unidad de cuidados intensivos (UCI) el año pasado después de contagiarse trabajando en Santa Catarina.