19/04/2024
01:45 PM

Josué Cover, el comunicador hondureño que se contagió de covid mientras ayudaba a damnificados por Eta y Iota

Cover conversó con Diario La Prensa sobre cómo fue su contagio, los días aislado, el empeoramiento de su salud, hospitalización en un centro asistencial de San Pedro Sula y la muerte dolorosa de amigos.

San Pedro Sula, Honduras

El paso de las tormentas tropicales Eta y Iota en noviembre de 2020 dejó villanos y héroes en Honduras. En medio de la pandemia de covid-19 y la lluvia incesante que parecían ser los peores enemigos de una población golpeada, una dosis de solidaridad era la mejor medicina para sanar tanto dolor y angustia.

Entre todos esos héroes estaba Josué Cover, un destacado joven comunicador hondureño, quien ante todo el desastre se aventuró a brindar una mano amiga a quienes más lo necesitaban en momentos de tristeza y desesperanza, dejando a un lado el temor a contagiarse por coronavirus.

Su empatía con los afectados por los desastres naturales pudo más que el miedo a contraer el peligroso virus. Se movilizó por varias zonas de La Lima, Cortés, colaborando sin buscar protagonismo ni lucro de aquel momento terrorífico para miles de hondureños.



Si bien es cierto, el riesgo era latente, al estar expuesto a cientos de personas, las posibilidades de infectarse con la enfermedad; sin duda eran altas, nunca lo descartó, pero se mantuvo al pie de la bandera hasta que el día llegó.

Josué Cover conversó con Diario La Prensa sobre cómo fue su contagio, los días que estuvo aislado, el empeoramiento de su salud, su hospitalización en un centro asistencial de San Pedro Sula y la muerte dolorosa de amigos y conocidos.

Foto: La Prensa

Josué Cover brindó ayuda a los damnificados por Eta y Iota, además coordinó contribuciones extranjeras para los afectados.
Contagio y síntomas

El talentoso comunicador dijo que estaba consciente que en algún momento se contagiaría de covid-19 durante las inundaciones por Eta y Iota, donde colaboró y coordinó ayudas humanitarias para los afectados.

Explicó que los primeros síntomas que presentó fueron escalofríos y dolor de cuerpo, se sintió débil, fatigado, con falta de apetito, pero pensaba que era una simple gripe, con los días perdió el olfato y el gusto, fue en ese entonces que sospechó que podría estar contagiado de covid.

Posterior a esas manifestaciones, comenzó con altas temperaturas, se le bajaron las plaquetas, experimentó debilidad general, dificultad para respirar, vómitos y ansiedad. Pasó preocupado, miraba que muchos amigos y conocidos estaban muriendo, reconoció que la mente es algo complejo de controlar.



“Fue difícil cuando me enteré de mi contagio, porque lo primero que se piensa es a quién contagié, a quién maté. Un día antes de la noticia, tuve contactó con mi mamá. Me dolía la espalda y pensé que era estrés por las extenuantes horas de trabajo y colaboración. Me preocupé, vi el resultado de la prueba de antígeno, no quería llegar a casa, sentía miedo, cuando llegué me encerré y aislé en mi cuarto. Cuando llegó mi madre, le pregunté si tenía síntomas, me dijo “no”, mi mayor preocupación era mi mamá”, comenzó relatando el comunicador hondureño.

La solidaridad opacó el miedo

A pesar del miedo que invade a muchas personas, que creen que el covid-19 es sinónimo de muerte, a Cover en ningún momento le atemorizó el morir por el peligroso virus. Aseguró que la sobreinformación, producto de ser una persona de medios de comunicación y redes sociales tiene un efecto negativo en la salud mental de quienes se contagian con la enfermedad.

“Aunque los estudios sobre el coronavirus indican que los jóvenes no tienen riesgo de morir, eso me tranquilizaba un poco. Luego comencé con síntomas fuertes y pasé por un momento difícil, nada aterrador, pero aislado, solo, con mucha ansiedad y dolor de cuerpo. Tenía la confianza en Dios que podría salir bien librado de tal situación”, expresó.

El también estudiante de Derecho reveló que muchas personas al enterarse de su contagio se contactaron con él para darle ánimos mientras luchaba contra el coronavirus. “Recibí muchos mensajes de gente de Estados Unidos, España, incluso una persona que envió ayuda económica a los damnificados me dijo que tomara dinero para mi recuperación. Me regaló 5,000 lempiras que me sirvieron para buscar atención médica y comprar medicamentos”.

Foto: La Prensa

Su cercanía con los afectados por los fenómenos naturales lo condujo al contagio por covid-19, pero no se arrepiente de la ayuda brindada.
Los días hospitalizado

Cover comentó que estuvo cuatro días internado en un hospital sampedrano debido a que sus plaquetas bajaron drásticamente. Aunado a la falta de apetito, se le aplicó suero para estabilizarlo. Además, reveló que durante el tiempo hospitalizado se le negó el pago de la incapacidad en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), al tiempo que denunció la negligencia de las autoridades de ese centro asistencial.

Contó que fue muy duro estar rodeado de pacientes graves de covid-19. “Es difícil, lo primero que pensaba es en qué momento me va a tocar lo mismo. La enfermedad ataca hasta los jóvenes y no necesariamente a las personas que tienen enfermedades de base, eso fue bien complejo para mí”. Cuando salió del hospital rumbo a casa, se dio cuenta que cinco de sus amigos que se contagiaron de coronavirus al mismo tiempo, murieron.



“La muerte de la licenciada Neri Dileida Ávila, me tocó. El fallecimiento de la madre de mi compañera Fernanda Castillo, me tocó, el deceso del doctor Cándido Mejía, me tocó, estuve hablando los últimos días con él, antes de ser intubado, cuando falleció. Recuerdo que meses atrás le hice un par de entrevistas para el canal donde laboro. Todas esas muertes me duelen”, lamentó.

Una nueva persona

Josué Cover destacó que ante lo que vivió por el contagio de covid-19, se volvió más disciplinado. “La vida se va en cualquier momento y el único requisito para morir es estar vivo”. Dijo que ahora abraza a su madre más seguido, llama a sus amigos con frecuencia, está pendiente de su salud mental, se volvió más bondadoso y solidario con aquellos que más necesitan, todo esto lo ha convertido en una nueva persona.

Citando una frase del expresidente uruguayo, José Pepe Mujica, el joven presentador hondureño reflexionó asegurando que “la vida se va minuto a minuto y no vas al supermercado a comprar tiempo de vida, todo esto toca en el corazón”.

A sus 23 años, está a punto de graduarse de Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), simultáneamente estudia Derecho en la Universidad de San Pedro Sula (USAP). Antes de la pandemia tenía tres trabajos, uno de ellos como taxista, los demás en el ámbito periodístico. Lo que vivió con el coronavirus fue otra de sus duras batallas que ha tenido que enfrentar a lo largo, de su corta edad.

Foto: La Prensa

Actualmente el talentoso comunicador labora para Campus Televisión.


Manifestó que ha asumido la responsabilidad en el hogar ante la crisis sanitaria y económica que atraviesa el país, ya que su madre fue suspendida del trabajo y su padrastro quedó desempleado. “La situación que me tocó vivir fue complicada”, dijo.

La historia de Josué Cover resalta porque salió a tender su mano para ayudar cuando muchos se escondieron, se desveló, aguantó hambre tras largas jornadas coordinando ayudas, el covid-19 lo postró algunos días, pero se levantó con más fuerza.