23/04/2024
03:00 PM

Apenas dos de cada diez jóvenes acceden a la educación superior

En SPS más de 44,000 jóvenes son “Ninis”, un sector de la población que la academia considera urgente incluirlos en el sistema.

    San Pedro Sula.

    Las necesidades del entorno han acortado las divisiones entre academia y empresa privada, con el desarrollo de carreras técnicas y universitarias acordes a los desafíos del mercado laboral en la zona noroccidental del país.

    A pesar de que la coordinación entre los dos sectores es un gran avance, es necesario que el Gobierno, a través de sus políticas y accionar público, logre involucrarse en el modelo de innovación de triple hélice para fomentar el desarrollo social y económico, destacaron académicos que recién participaron en Mesa de Debate de LA PRENSA.

    Aún cuando las más de diez universidades, entre públicas y privadas, que funcionan en San Pedro Sula están ajustando su oferta académica y planes de estudio a las tendencias, ampliar la cobertura de la educación superior sigue siendo uno de los mayores desafíos.

    Según la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), la cobertura de la educación superior a nivel nacional es de 16.2% (con base a la estadística de 2016, como la más reciente), que apenas significó un avance de 1.7% en 10 años (2006), una tendencia que es similar en San Pedro Sula, donde alrededor de dos de cada diez jóvenes son parte del sistema de educación superior.

    Entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados en 2015, el cuarto es el que se refiere a la educación, y la educación superior está mencionada en la meta 4.3 del mismo.

    “Para 2030, asegurar el acceso en condiciones de igualdad para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria”, establece la iniciativa impulsada por Naciones Unidas.

    Cinco académicos compartieron sus puntos de vista sobre cuál creen que es la deuda social con la población joven de cara a la cuarta revolución industrial. Durante su visita a la Sala de Redacción de Diario LA PRENSA, los docentes hablaron de cómo la academia está haciendo su parte en contribuir al desarrollo socioeconómico de SPS y de Honduras.
    La educación superior, esencial para consolidar una ciudad sostenible, es también un elemento fundamental para alcanzar otros objetivos, tales como fin de la pobreza (ODS 1); salud y bienestar (ODS 3); igualdad de género (ODS 5); trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8); producción y consumo responsables (ODS 12); acción por el clima (ODS 13); y paz, justicia e instituciones sólidas (ODS 16).

    “A través de la historia, la educación ha sido una forma de impulsar la movilización social; el que tenía educación estaba mejor socialmente de quien no la tenía. Hoy si usted compara el sistema gubernamental con el privado, la diferencia es grande”, advirtió Diego Chacón, vicerrector de Vinculación Nacional e Internacional de la UTH.

    El docente, egresado de la educación pública de Costa Rica desde prebásica hasta su doctorado en Educación, ejemplificó que los estudiantes de colegios bilingües “tienen otras habilidades que quienes están en colegios gubernamentales no tienen. Otra vez la división se va haciendo cada vez más grande y encontramos a muchos jóvenes que tienen competencias para la vida, por ejemplo, emocionalmente estables, manejan tecnología y tienen capacidades de comunicación versus el joven que está en los sistemas públicos”.

    Para Chacón, urge una conexión de los sistemas educativos desde preescolar hasta la universidad. “Menos del 6% de la población estudia ingeniería en Honduras, porque tiene carencias en la parte lógico-matemática que viene desde el sistema previo”.

    El docente insistió que a pesar de las contribuciones de la academia, el Gobierno y la empresa privada también deben aportar. “Actualmente no funciona, porque la academia está haciendo algo, pero no recibimos el apoyo y nuestros esfuerzos quedan como aislados, y no sucede como en otros países que la academia es punto de referencia”, agregó Chacón.

    Un criterio similar compartió Alex Vallejo, docente investigador del Departamento de Biología de la Unah-vs, quien expuso que no se está preparando a los estudiantes para hacer investigaciones académicas, “no porque las universidades sean las responsables pueden tener una corresponsabilidad, pero el responsable es el sistema educativo y tiene una deuda social increíblemente grande”.

    El catedrático dijo que ha tenido estudiantes que le han hecho pensar “¿cómo están aquí?”, pese a que en el nivel universitario ya deberían llegar con una base. “Hay estudiantes que llegan con deficiencias tan garrafales como no expresar adecuadamente una frase, pero son ágiles con un celular o redes sociales”.

    Vallejo consideró importante preparar, desde el sistema de prebásica hasta universitario, a los nuevos estudiantes en el uso adecuado y eficiente de las herramientas tecnológicas.

    “La tecnología es una gran oportunidad para acceder a un montón de información, pero el estudiante cuando está metido en esta tecnología mal utilizada es un gran problema, porque se vuelven autómatas y no piensan”, añadió el docente. El primer período de este año, la Unah-vs abrirá la Licenciatura de Biología, que será impartida de forma semestral debido a la rigurosidad de su pénsum académico.

    “El estudiante de Biología hará una publicación anual como coautor con un docente. La idea es hacer una carrera que genere investigaciones”, explicó Vallejo, quien también es parte de la comisión curricular de Ciudad Universitaria.

    Tal y como es la tendencia a nivel nacional, en San Pedro Sula la cobertura de la educación superior apenas alcanza a un 20% de la población.
    Bajo esa misma responsabilidad, el docente ha sido parte de los diseñadores del plan de estudios de una nueva carrera para generar gestores ambientales, en respuesta a exigencias de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).

    “Saldrá como licenciatura, en semestre, orientada a la investigación y se está abriendo en conjunto con la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, que es pionera en gestión ambiental, y con la Universidad de Sao Paulo”, explicó Vallejo.

    Recursos

    Para el director ejecutivo de la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), Nelson García Lobo, si la tecnología no ayuda a resolver los problemas de la sociedad, “realmente será un pasatiempo, no una tecnología. No es tan cierto que los jóvenes están metidos en la tecnología, habría que ver a qué le llamamos tecnología, mucho ojo con eso y lo digo porque también soy docente de la Autónoma”.

    En su experiencia, el economista y expresidente del Fosdeh ha tenido estudiantes que no saben ni siquiera qué es un pie de página. “Tengo que explicarles algo tan básico. Repito, tengamos cuidado, porque aquella tecnología que no nos lleve a mejorar las condiciones de vida de la población, pongámosle cualquier nombre, pero para mí no vale nada”.

    Foto: La Prensa

    A criterio de Carla Pantoja, vicepresidenta de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec) en San Pedro Sula, si bien es cierto que los planes académicos son una visión clara a determinado número de años para definir una ruta, “no deben estar escritos en piedra. Los planes de estudios deberían de estar actualizándose cada seis meses, por tarde cada año y medio, pero ahora la ley nos exige cada 10 años y las universidades privadas lo hacemos cada cinco años”.

    Sin embargo, para la docente, los contenidos académicos en las universidades deben actualizarse de manera permanente, “por la velocidad con la que se da esta cuarta revolución industrial”.

    Pantoja recalcó que la educación debe ser inclusiva, “para no dejar a nadie fuera del sistema y de la economía. No necesitamos que estos casi 800,000 jóvenes que ni estudian, ni trabajan (ninis), se conviertan en licenciados, ingenieros o médicos, pero recordemos que sí están las carreras técnicas que son una respuesta inmediata al proveer una rápida inserción al mercado laboral”.

    Según la maestría de Demografía y Desarrollo de la Unah, la población nini en San Pedro Sula asciende a 44,500 personas, conforme a las estadísticas del año 2016.

    En ese sentido, César Orellana, director académico de la Facultad de Ingeniería en Unitec, consideró que San Pedro Sula necesita más espacios para el desarrollo de habilidades que no necesariamente deban ponerse en práctica a nivel del sistema educativo.

    Para el caso, el docente ejemplificó el auge de los call centers en la ciudad y cómo para las casi 15,000 personas empleadas ha sido un espacio para hablar en inglés.

    “No tenemos que forzar y esperar que todo nuestro sistema educativo migre a ser bilingüe. Sería genial que todos fueran bilingües, pero no podemos, pero podemos tener espacios para que diseñen videojuegos o que jueguen fútbol, pero en realidad cada vez tenemos menos espacios y menos visión de la importancia de estos en las colonias de circuito cerrado. Pocas colonias se preocupan por áreas verdes”, reflexionó Orellana.