Redacción. Sea lo que haya elegido es lo que hoy le mueve a querer superarse, a aprender más, a investigar, a buscarse un futuro o a completar lo que ya tiene.
El gran problema se da cuando no recibe el apoyo de su pareja, y es algo que de verdad duele porque no está queriendo algo loco ni peligroso. No hay nada más sano y positivo que estudiar.
Hay muchas razones por las cuales un hombre puede no querer que su mujer estudie. Es posible que odie que su chica salga al mundo y conozca otras personas y posibilidades. O que no quiera que descuide sus “tareas del hogar” o a los niños. O que pretenda que sea “inferior” a él. ¡Y cuántos otros motivos habrá! Lo único que vemos es que está tratando de manipularle, de no dejarle crecer, porque es inseguro y de pensamiento machista.
No permita un no como respuesta. Hable con él de manera clara, segura, sin pedir permiso, solo informando que va a empezar a estudiar, dándole toda la información necesaria para que sepa que es algo ya decidido, algo necesario y que formará parte de su vida, aunque él no quiera.
Si de verdad la ama debería aceptarlo. El amor verdadero desea la realización del otro y su felicidad. No es su rehén, ya que si lo hace es porque no le valora de verdad.
El gran problema se da cuando no recibe el apoyo de su pareja, y es algo que de verdad duele porque no está queriendo algo loco ni peligroso. No hay nada más sano y positivo que estudiar.
Hay muchas razones por las cuales un hombre puede no querer que su mujer estudie. Es posible que odie que su chica salga al mundo y conozca otras personas y posibilidades. O que no quiera que descuide sus “tareas del hogar” o a los niños. O que pretenda que sea “inferior” a él. ¡Y cuántos otros motivos habrá! Lo único que vemos es que está tratando de manipularle, de no dejarle crecer, porque es inseguro y de pensamiento machista.
No permita un no como respuesta. Hable con él de manera clara, segura, sin pedir permiso, solo informando que va a empezar a estudiar, dándole toda la información necesaria para que sepa que es algo ya decidido, algo necesario y que formará parte de su vida, aunque él no quiera.
Si de verdad la ama debería aceptarlo. El amor verdadero desea la realización del otro y su felicidad. No es su rehén, ya que si lo hace es porque no le valora de verdad.
