Redacción. Charles Darwin, quien pasaría la vida sustentado su teoría de la evolución por medio de la selección natural, ya afirmó hace unas décadas que los organismos compiten entre ellos para adaptarse al medio, lograr más recursos y reproducirse mejor. Continuando con el legado del naturalista inglés, y adaptando sus descubrimientos a nuestro presente, el Hospital Clínic de Barcelona, según lo comparte La Vanguardia, ha llegado a la conclusión de que las personalidades extremas podrían ser mejoras evolutivas que proporcionan más éxito a la hora de relacionarse o procrear.
Fernando Gutiérrez, director y psicólogo de dicho estudio, reveló que “ser muy impulsivo, rígido, neurótico o compulsivo son algunos de los rasgos que ayudan a tener más relaciones sentimentales e hijos”. Además, afirmó que este tipo de personalidades no son enfermedades, sino más bien estrategias evolutivas ventajosas.
Estos rasgos afectan de distinta manera a ambos sexos. Mientras los hombres con rasgos obsesivos-compulsivos tienen más éxito a la hora de entablar relaciones duraderas que quienes no tienen este tipo de personalidad, entre las mujeres sin embargo, son las neuróticas las que triunfan en un 34 % más con las parejas estables y quienes tienen más hijos en un 73%.
“Se puede decir que los ‘chicos malos’ atraen más a las mujeres, pero aún no sabemos la causa exacta. Ser impulsivo, temerario o antisocial no es una enfermedad. Este tipo de rasgos gustan más al sexo opuesto que las personas con caracteres más tranquilos”, asegura el doctor Gutiérrez.
La investigación encontró que en mayor o menor medida, todas las dimensiones de la personalidad están relacionadas con la selección sexual. Aunque esta relación no es siempre positiva: las personas tacañas tienen menos parejas, y las que son patológicamente inseguras se reproducen muy tarde.
Fernando Gutiérrez, director y psicólogo de dicho estudio, reveló que “ser muy impulsivo, rígido, neurótico o compulsivo son algunos de los rasgos que ayudan a tener más relaciones sentimentales e hijos”. Además, afirmó que este tipo de personalidades no son enfermedades, sino más bien estrategias evolutivas ventajosas.
Estos rasgos afectan de distinta manera a ambos sexos. Mientras los hombres con rasgos obsesivos-compulsivos tienen más éxito a la hora de entablar relaciones duraderas que quienes no tienen este tipo de personalidad, entre las mujeres sin embargo, son las neuróticas las que triunfan en un 34 % más con las parejas estables y quienes tienen más hijos en un 73%.
“Se puede decir que los ‘chicos malos’ atraen más a las mujeres, pero aún no sabemos la causa exacta. Ser impulsivo, temerario o antisocial no es una enfermedad. Este tipo de rasgos gustan más al sexo opuesto que las personas con caracteres más tranquilos”, asegura el doctor Gutiérrez.
La investigación encontró que en mayor o menor medida, todas las dimensiones de la personalidad están relacionadas con la selección sexual. Aunque esta relación no es siempre positiva: las personas tacañas tienen menos parejas, y las que son patológicamente inseguras se reproducen muy tarde.
