Redacción
Un planchado perfecto, uñas que impactan o una cuerpo de diosa. Lejos de eso, los hombres posan su mirada en otra parte de nuestro cuerpo.
Muchas mujeres pasan horas en el gimnasio haciendo decenas de abdominales por día. Y ni que hablar del tiempo en la peluquería arreglándonos el pelo, las manos o los pies. Todo para gustarnos y gustarle, por qué no, al sexo opuesto, según publica El Clarín de Argentina.
Ellos miran… ¡Los labios! O por lo menos esa es la conclusión a la que llegó un grupo de científicos de la Universidad de Manchester que se dedicó a investigar el movimiento de los ojos de más de medio centenar de individuos al mirar caras de mujeres.
Pero no todos los labios generan el mismo efecto y, a instancias de seducir, parece que cuanto más gruesos mejor resultan. Michael Cunningham, de la Universidad de Louisville, se dedicó a analizar esta cuestión y llegó a una conclusión: las bocas más grandes y voluminosas les gustan mucho más a los hombres que la pequeñas y finitas.
A diferencia de esto, a las mujeres nos gustan los muchachos con labios “viriles”, esto es de tamaño medio y con una equilibrada mezcla de aspereza y sensualidad.
Un planchado perfecto, uñas que impactan o una cuerpo de diosa. Lejos de eso, los hombres posan su mirada en otra parte de nuestro cuerpo.
Muchas mujeres pasan horas en el gimnasio haciendo decenas de abdominales por día. Y ni que hablar del tiempo en la peluquería arreglándonos el pelo, las manos o los pies. Todo para gustarnos y gustarle, por qué no, al sexo opuesto, según publica El Clarín de Argentina.
Ellos miran… ¡Los labios! O por lo menos esa es la conclusión a la que llegó un grupo de científicos de la Universidad de Manchester que se dedicó a investigar el movimiento de los ojos de más de medio centenar de individuos al mirar caras de mujeres.
Pero no todos los labios generan el mismo efecto y, a instancias de seducir, parece que cuanto más gruesos mejor resultan. Michael Cunningham, de la Universidad de Louisville, se dedicó a analizar esta cuestión y llegó a una conclusión: las bocas más grandes y voluminosas les gustan mucho más a los hombres que la pequeñas y finitas.
A diferencia de esto, a las mujeres nos gustan los muchachos con labios “viriles”, esto es de tamaño medio y con una equilibrada mezcla de aspereza y sensualidad.
