Psicología positiva: lo que hace feliz al ser humano

Estudiar y potenciar aquellas facetas que ayudan al ser humano a ser más feliz, en vez de centrarse solo en sus problemas o sufrimientos, es el objetivo principal de la psicología positiva.

  • 25 nov 2020

SAN PEDRO SULA.

A nivel interpersonal y de grupo, la psicología positiva hace hincapié en el desarrollo de la empatía, la cooperación, la confianza, la buena disposición y la buena intención de las personas.

En el tercer nivel, el social, la psicología positiva puede aportar herramientas para la definición de políticas. Así lo asegura en entrevista telefónica a EFEsalud, el francés Jacques Lecomte, presidente de honor de la Asociación francesa de Psicología Positiva.

Psicología positiva: esperanza necesaria
Defiende el autor una “esperanza necesaria” para hacer frente a los discursos catastrofistas, que asegura generan inhibición e inmovilismo en las personas.

Los “profetas de las desgracias nos desmovilizan e incitan a las políticas autoritarias”. Según Lecomte, hay estudios científicos que sostienen que la comunicación catastrofista genera rechazo, y pone como ejemplo de ello, ciertas informaciones sobre el medio ambiente.

“En lo que respecta por ejemplo a la catástrofe medioambiental, si te pasas dando información, si es excesiva, lo que se produce es el efecto de inhibición”. Pero también avisa de que el no alertar lo suficiente y con la suficiente eficacia tiene por supuesto efectos negativos.

“Ahora con el cambio climático ya se puede demostrar que influye negativamente, pero una sesión excesivamente catastrófica tiene efectos nefastos”.

Triple error
Presentar una visión catastrofista del mundo, explica en su libro, procede de un triple error: cognitivo, emocional y comercial:

-Cognitivo: creer que cuanta más información se proporcione sobre un tema, más sensibilizada estará la gente.

-Emocional: creer que cuanta más información dramática se proporcione, más personas van a comprometerse.

-Comercial: creer que las malas noticias se venden mejor que las buenas.

Los datos
Sostiene que son muchos los informes y datos internacionales que hablan de una disminución del 50 % de la mortalidad materno infantil desde 1990 o de la erradicación planetaria de la viruela. También de la reconstitución de la capa de ozono; o del redescubrimiento de más de 350 especies de animales que se daban por desaparecidas.

Otras cifras que aporta refieren que el número de países que han abolido la pena de muerte se ha multiplicado por 13 desde 1950 o que los homicidios han caído un 65 % en veinte años.

Tiempo de denuncia
“Cierto es que nuestro mundo dista mucho todavía de ser perfecto, pero no se precipita hacia la catástrofe y es legítimo ser optimista al pensar en el futuro”, escribe. Para el autor, “muchos militantes o periodistas piensan que hace falta dramatizar el estado de nuestro mundo para provocar un choque saludable. Esta estrategia tiene sus ventajas, pero también sus duros límites”.

Un tiempo de denuncia, insiste en su mensaje, puede resultar útil, pero cuando se prolonga en exceso, “tiende a arrastrarnos hacia la agonía catastrófica, hacia un sentimiento de impotencia y, consecuentemente, al inmovilismo”.

Por eso invita a actuar en vez de a militar en contra. “Si queremos vivir en un mundo mejor, debemos ser conscientes de los progresos que hemos conseguido e inspirar cambios que mejoren la sociedad en lugar de limitarnos a criticar lo que no funciona”.

El optirrealismo
Apela Lecomte al lo que él llama el “optirrealismo”, que significa que el auténtico optimismo necesita realismo para no caer en la ilusión, pero, de la misma manera, la forma más apropiada de realismo consiste en ser un optimista activo.

En las últimas páginas de su ensayo enumera hasta 50 razones, avaladas con datos, para “ser optimista”. Y las agrupa bajo los siguientes epígrafes: la humanidad vive mejor; vive con mejor salud; en medioambiente se avanza; y nunca ha habido tan poca violencia.

Concluye este abanderado de la psicología positiva que las buenas noticias “se venden muy bien, contrariamente a lo que se cree y además son las que más se comparten en las redes sociales.”.