Orbuch lideró un reciente estudio sobre los matrimonios en Estados Unidos llamado The Early Years of Marriage Project (el Proyecto de los primeros años de matrimonio), que viene siguiendo los patrones de conducta de 373 parejas casadas desde 1990.
El 46% de estas parejas ya se divorciaron. El 29% confesó que la razón de la separación es que no tenían suficiente “privacidad o tiempo para ellos mismos” en su relación.
Por otra parte, los matrimonios que dijeron ser infelices, el 11.5% aseguró que era por falta de espacio, solo el 6% lo era por su vida sexual.
Muchos todavía creen que pasar la mayor parte del tiempo con su pareja garantiza la perpetuidad de su amor, pero no se dan cuenta que en realidad puede arruinar la relación hasta provocar un divorcio.
“Pasar tiempo aparte es muy saludable y mantiene la frescura de la relación. Impulsa a que cada persona mantenga su individualidad y fomenta la independencia”, afirmó el psicólogo John Aiken sobre este tema.
Basándose en los resultados de la investigación Orbuch recomienda:
Admitir que al disponer de espacio propio para realizar otras actividades y compartir con otras personas le agregan algo nuevo no solo a su vida, también a su relación.
Jamás sentirse culpable por buscar su espacio, lo necesita.
También sugiere no decirle a su pareja “necesito espacio” porque puede interpretarlo como si no quisiera pasar tiempo con él o ella o peor aún sentirse rechazado. Lo mejor es explicarle las razones por las cuales lo necesita y cómo eso le hará más feliz.
El tomar clases de zumba, una taller de pintura o simplemente salir a practicar deportes con los amigos tiene que ver más con sus intereses personales que el querer estar lejos de la pareja.
Lo que no debe faltar es la comunicación, siempre contarle a la pareja todo los detalles de lo que hizo. Eso validará la confianza.
