¿Se llevarán bien mis hijos con mi nueva pareja?

Tras el divorcio, una de las situaciones más delicadas es el momento de presentar a los hijos y a la persona elegida como nueva pareja.

La separación no sólo es una etapa dura para los miembros de la pareja, también lo es para sus hijos. “Las necesidades que caracterizan a la infancia y a la adolescencia son la estabilidad, la seguridad y el amor, por lo que hay que prestarles especial atención en este proceso, que para ellos suele estar rodeado de incertidumbre y miedos”, subraya Amalia Ortega García, psicóloga.

La experta asegura que cuando se les comunica a los hijos la separación es importante dejarles muy claro que su madre les quiere y seguirá siendo siempre su madre y que la relación afectiva con su padre será de la misma manera.

En este sentido precisa que, si se transmite a los hijos que esa nueva pareja es un novio o novia y en ningún caso se le permite adoptar el rol de padre o madre, será más fácil que puedan relacionarse con esta persona desde otra perspectiva, más lúdica y de convivencia. De hecho, Ortega comenta que la mejor manera de presentar a los niños al nuevo novio o novia depende de la edad del menor.

Si tiene menos de 12 años, aconseja hablarle de esa persona (sin que esté presente) y, llegado el momento, presentarla como amiga y elegir para la ocasión una actividad novedosa y lúdica.

En cambio, cuando se trata de un adolescente, la especialista recomienda que la presentación sea “de forma directa, expresándole expectativas positivas sobre experiencias y actividades que podrán compartir”. Si la pareja aporta hijos, el estrés es mayor

En caso de rechazo, Ortega afirma que hay que mantener el diálogo y una actitud abierta a que puedan compartir nuevas experiencias, sin forzar al menor.

PROS
La psicóloga manifiesta que es necesario tener paciencia ya que los cambios requieren un tiempo de adaptación. El mejor regalo siempre será estar, ayudar y jugar con ellos.

Se recomienda que en los primeros encuentros se realicen actividades divertidas y novedosas, con la finalidad de relacionar a todas las personas en un ambiente distendido y agradable.

CONTRAS
En caso de que la nueva pareja también tenga hijos, tanto el estrés del menor como el esfuerzo que tendrá que hacer para adaptarse a la situación será mayor.

Es posible que, al principio, el niño pueda ver a esa persona como alguien que le roba la atención de su padre o de su madre y que surjan los celos.