'Los 4 grandes errores que cometí como esposa”

Las crudas confesiones de la bloguer Sloane Bradshaw confirman que los problemas de pareja comienza antes de una infidelidad

  • 20 oct 2017

Popular por sus colaboraciones en sitios web extranjeros, la bloguer Sloane Bradshaw, sorprendió a sus lectores cuando publicó un artículo sobre las causas reales de su divorcio. No cualquier ser humano, ya sea hombre o mujer, admite con tanta franqueza los errores cometidos en una relación.

Es obvio que esas líneas fueron parte de una proceso catártico de la autora tras meses de terapia, la cual tomó para superar la ira, frustración y abandono que sufrió de parte de su ex esposo, quien la dejó por otra mujer. Sloane Bradshaw estuvo casada con él diez años, tuvieron dos hijos.

Cuando descubrió la infidelidad, admite que vivió meses culpándolo, pero en terapia descubrió que un matrimonio es de dos y cuando éste termina es consecuencia de las acciones de ambos.

La indiferencia y la actitudes negativas son la principal causa de pleitos entre parejas. Cuando el respeto empieza a faltar y la comunicación comienza a fallar, entra la desconfianza a ganar terreno. Dando pie a los primeros distanciamientos, haciéndolos incluso vulnerables para caer en infidelidades. Buscar en una tercera persona la atención que sienten han perdido en el hogar. Socialmente, la mujer asume el rol de víctima, cuando un matrimonio se va a pique. Admitir las faltas y descuidos cometidos, por ignorancia o por omisión se esconden en el subconsiente y es mas fácil echarle toda la culpa al cónyugue.

Es muy importante que las parejas en conflicto busquen ayuda terapéutica cuando los primeros signos de alerta surgen y el amor aún existe entre ambos. Antes de caer en violentas discusiones o dolorosas separaciones, en especial si hay hijos de por medio.

“Escribo esta ‘mía culpa” no con la esperanza de que él vuelva conmigo”, aclaró en su artículo publicado originalmente en el sitio yourtango.com y replicado en otros medios, porque a pesar del tiempo transcurrido no pierde vigencia.

“No puedo creer cuánto tiempo mantuve mi cabeza enterrada en la arena. Espero que otras mujeres entiendan esta situación y la prevengan. Aunque todavía me duele que mi esposo eligió resolver nuestros problemas en la cama de otra mujer, en lugar de hablar conmigo y buscar consejería profesional, admito que mi comportamiento influyó en nuestros problemas”.

“Esto es lo que ahora sé que realmente arruinó mi matrimonio. Que sirva de advertencia para ti, antes de que sea demasiado tarde”.

1. Puse a mis hijos primero. Cada vez que mi matrimonio comenzó a sentirse como un trabajo, me llevaba a los niños de paseo. A menudo planeaba estas aventuras cuando sabía que mi marido no podía ir (y arruinar mi buen momento). Me decía que estaba bien porque él prefería trabajar de todos modos y siempre parecía malhumorado en las salidas familiares. Como resultado, no estábamos solos juntos y nunca tuvimos noches de cita sin niños. Bueno, tal vez una vez al año en nuestro aniversario.

2. No establecí límites con mis padres. Estaban en nuestra casa todo el tiempo. Nos ibamos de vacaciones con ellos siempre. Corregían a nuestros hijos delante de nosotros. El temor de molestar a mis padres impidió que trazara límites con ellos. Mi esposo, literalmente, se casó con toda mi familia.

3. Lo castré. Hablaba mal de él todo el tiempo, ante mis amigas, mi madre, mis compañeros de trabajo. “¿Puedes creer que él no hizo esto?” y “¿Por qué en el nombre de Dios hizo eso?” En lugar de construir su ego, lo pisoteé. Lo menosprecié a menudo, diciendo que su trabajo no era importante y menospreciando a sus amigos .

Lo reprendí por hacer las cosas mal cuando, con toda honestidad, él simplemente no las estaba haciendo a mi manera. A veces le hablaba como a un niño. Controlaba las finanzas familiares y criticaba duramente por cada centavo que gastaba. Y en la habitación, sí, lo adivinaste, él también estaba haciendo todo mal, y no dudaba en decírselo. Al final, no sentía ningún respeto hacia él y me aseguré de que lo supiera y lo sintiera todos los días.

4. Mal carácter. Ya te puedes imaginar como me ponía por pequeñas cosas que me volvían loca, explotaba por todo, tenía confrecuencia ataques de rabia estilo Hulk. Cuando todo volvía a la calma, justificaba mi rabia diciendo que una mujer tiene un límite para las cosas que puede soportar. Ahora qu miro hacia atrás, me doy cuenta que era una persona que daba realmente miedo durante esos episodios.