No presta atención: No importa qué técnica use, todo se irá al demonio a menos que aprenda a estar presente. Eso quiere decir, responder y calibrar lo que necesitas.
No hace ejercicio: Una buena rutina de ejercicio le da (y a ti) los empujones químicos (dopamina, endorfinas) que aumentan su libido y desempeño sexual.
No duerme: Si está estresado por falta de sueño, un mal jefe o la vida en general, su deseo sexual se verá afectado.
No se comunica: ¡Y esto es malo! ¿Qué no le gusta? ¿Qué le gustaría probar? Durante el sexo, pregúntale si le gusta lo que estás haciendo y viceversa, de otra forma ¿cómo se van a conocer sexualmente si nunca hablan sobre sus relaciones íntimas?.