La
anorgasmia coital es uno de los problemas sexuales que más preocupan y hay que tomar medidas.
La incapacidad de llegar al orgasmo durante el coito es mucho más común de lo que tendemos a pensar.
Existen dos tipos de anorgasmia: la que afecta a la mujer desde siempre y la que se da en mujeres que ya no pueden tener orgasmos por pérdida de excitación, bloqueo, ansiedad, etc. Cultivar poco la sensualidad tampoco ayuda a combatir el problema. A estas alturas, hablar de preliminares suena antiguo. Antes, todos estaban fijados en la penetración como si lo demás no fuera sexo.
La anorgasmia suele darse en mujeres jóvenes por falta de conocimiento o poca experiencia, así como en mujeres mayores de 45 años.
“La sequedad vaginal de la menopausia está asociada a una relación sexual más dolorosa, menos sensitiva y con mayor dificultad para alcanzar el orgasmo”, matiza el urólogo Manuel Fernández Arjona. Esta disfunción no se trata con fármacos, sino con técnicas conductuales. Debería consultar un sexoterapeuta o psicoterapeuta para que le ayude a aclarar las cosas.
Si el problema es por cuestiones orgánicas, debería consultar al médico de cabecera o a su ginecólogo para que él la oriente hasta descubrir el origen del problema.
La incapacidad de llegar al orgasmo durante el coito es mucho más común de lo que tendemos a pensar.
Existen dos tipos de anorgasmia: la que afecta a la mujer desde siempre y la que se da en mujeres que ya no pueden tener orgasmos por pérdida de excitación, bloqueo, ansiedad, etc. Cultivar poco la sensualidad tampoco ayuda a combatir el problema. A estas alturas, hablar de preliminares suena antiguo. Antes, todos estaban fijados en la penetración como si lo demás no fuera sexo.
La anorgasmia suele darse en mujeres jóvenes por falta de conocimiento o poca experiencia, así como en mujeres mayores de 45 años.
“La sequedad vaginal de la menopausia está asociada a una relación sexual más dolorosa, menos sensitiva y con mayor dificultad para alcanzar el orgasmo”, matiza el urólogo Manuel Fernández Arjona. Esta disfunción no se trata con fármacos, sino con técnicas conductuales. Debería consultar un sexoterapeuta o psicoterapeuta para que le ayude a aclarar las cosas.
Si el problema es por cuestiones orgánicas, debería consultar al médico de cabecera o a su ginecólogo para que él la oriente hasta descubrir el origen del problema.
