Según los investigadores, el efecto cerebral del amor romántico es opuesto al que provoca el deseo sexual, que incrementa el pensamiento analítico y reduce la creatividad.
Estar casado o tener una pareja estable reduce la producción de cortisol, la “hormona del estrés”, según Darío Maestripieri, de la Universidad de Chicago (EUA), quien cree que “el matrimonio parece hacer más fácil enfrentarse a las situaciones estresantes de la vida diaria”.
Alivia los dolores, aumenta la capacidad creativa, mejora la salud del corazón, reduce el estrés, protege de la demencia... No son los efectos de un medicamento milagroso, sino de uno de los remedios naturales más accesibles y eficaces: el amor.
Aunque también tiene sus efectos secundarios adversos como desengaños, infidelidades, dependencias o celos, el amor puede considerarse como un eficaz remedio y antídoto para infinidad de males y dolores del cuerpo y el alma.
No requiere prescripción médica ni tiene contraindicaciones, y sus beneficios suelen superar largamente a sus perjuicios, por lo que siempre es aconsejable tenerlo a mano y degustarlo.
En general no hace falta convencer a nadie de las virtudes de este sentimiento que los une y hace felices.
Estar casado o tener una pareja estable reduce la producción de cortisol, la “hormona del estrés”, según Darío Maestripieri, de la Universidad de Chicago (EUA), quien cree que “el matrimonio parece hacer más fácil enfrentarse a las situaciones estresantes de la vida diaria”.
Alivia los dolores, aumenta la capacidad creativa, mejora la salud del corazón, reduce el estrés, protege de la demencia... No son los efectos de un medicamento milagroso, sino de uno de los remedios naturales más accesibles y eficaces: el amor.
Aunque también tiene sus efectos secundarios adversos como desengaños, infidelidades, dependencias o celos, el amor puede considerarse como un eficaz remedio y antídoto para infinidad de males y dolores del cuerpo y el alma.
No requiere prescripción médica ni tiene contraindicaciones, y sus beneficios suelen superar largamente a sus perjuicios, por lo que siempre es aconsejable tenerlo a mano y degustarlo.
En general no hace falta convencer a nadie de las virtudes de este sentimiento que los une y hace felices.