REDACCIÓN. Aunque a veces muchas personas no quieren reconocerlo y se nieguen incluso a manifestarlo, cuando una relación se rompió, ellos mismo son conscientes de ello.
Estas personas llegan a disfrazar y enmascarar esa situación como algo pasajero y se acostumbran a vivir con esas grietas en su relación.
Una explicación común para justificar que cuesta soltar a ese ser que ya no nos está llenando es el tema del romanticismo: no echarlo todo a perder, darle una oportunidad al amor, luchar por lo que se ama...
Una investigación del psicólogo y premio nobel, Daniel Kahneman, concluyó que los seres humanos “reaccionamos ante la pérdida desarrollando el concepto de aversión a la pérdida”.
Por lo general, para cerrarse en esa posición se necesita una tentación de ganancia suficiente para superar el temor. Su origen tiene una explicación evolutiva: los organismos que han evitado amenazas frente a posibles ganancias, han sobrevivido más y mejor. Muchas personas optan por continuar con lo que ya tienen aunque no sea lo mejor.
Otro aspecto psicológico que puede aplicarse a este tipo de relaciones es el del efecto del coste irrecuperable. Funciona cuando no se puede dejar de apostar a alguien o a algo en lo que se ha invertido mucho esfuerzo y tiempo.
Estas personas llegan a disfrazar y enmascarar esa situación como algo pasajero y se acostumbran a vivir con esas grietas en su relación.
Una explicación común para justificar que cuesta soltar a ese ser que ya no nos está llenando es el tema del romanticismo: no echarlo todo a perder, darle una oportunidad al amor, luchar por lo que se ama...
Una investigación del psicólogo y premio nobel, Daniel Kahneman, concluyó que los seres humanos “reaccionamos ante la pérdida desarrollando el concepto de aversión a la pérdida”.
Por lo general, para cerrarse en esa posición se necesita una tentación de ganancia suficiente para superar el temor. Su origen tiene una explicación evolutiva: los organismos que han evitado amenazas frente a posibles ganancias, han sobrevivido más y mejor. Muchas personas optan por continuar con lo que ya tienen aunque no sea lo mejor.
Otro aspecto psicológico que puede aplicarse a este tipo de relaciones es el del efecto del coste irrecuperable. Funciona cuando no se puede dejar de apostar a alguien o a algo en lo que se ha invertido mucho esfuerzo y tiempo.