“En Honduras aprendí los valores de mi pueblo: fe, familia y trabajo. Los mismos valores de la comunidad latina aquí en nuestro país”. Con un sentido genuino, despojada la expresión del ambiente político propio de la campaña demócrata y la Convención en Filadelfia, el senador por Virginia, Tim Kaine, escogido para la vicepresidencia de la fórmula demócrata, recordó y proclamó sus fuertes y amistosos vínculos en Honduras.
Así explicó cómo abrió la puerta a aquella aventura, respaldada en sus creencias religiosas que recibió en el colegio. “Yo era un estudiante de 21 años y cursaba mi primer año en la facultad de Derecho de Harvard. Estaba estudiando sin saber claramente lo que quería hacer. Una ‘pequeña voz’ me instó a tomar un año sabático para averiguarlo. Escribí una carta a los jesuitas que tenían relación con mi escuela secundaria en Kansas City y que trabajaban como misioneros en Honduras, y les ofrecí mi servicio. Poco después, en septiembre de 1980, llegué a la ciudad de El Progreso”, recuerda el incorporado a la fórmula presidencial de los demócratas.
En su visita el año pasado al instituto San Ignacio de Loyola de la ciudad ribereña se refirió al mensaje del papa Francisco en el que aconsejaba: “Ser islas de misericordia en medio de un mar de indiferencia”. “Hay tantas razones para sucumbir ante la indiferencia. Pero el mundo necesita islas de misericordia en todas partes, desde el barrio más pobre, a los altares de nuestras iglesias, a los pasillos del Gobierno. Agradezco a mis amigos en El Progreso por enseñarme, entonces y ahora, esta verdad simple y hermosa”.
La alegría ha llegado a los docentes y los centenares de alumnos que colman los talleres y aulas del centro educativo en donde comenzó a destrabar la lengua con las primeras palabras en español, que hoy habla con fluidez, lo que sin duda, como mostró en el discurso de nominación a la vicepresidencia, constituye un valiosísimo y eficaz nexo con la comunidad hispana con reflejo en noviembre.
Su sensibilidad, no eliminada ni reprimida en su exitosa carrera política, atraerá más aún el voto latino por el peligro que representa la fórmula presidencial republicana, cuyo candidato mantiene como bandera la lucha antiinmigrante con su obra insigne, el muro en la frontera sur.
Persona de principios, supo y pudo descubrir valores fundamentales que dan sentido a la existencia personal para marcar rumbo y servir, no servirse, en la sociedad: Fe, trabajo, familia.
