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Tranquilidad

  • 12 octubre 2015 /

    La inquietud originada por la calificación de la Oficina del Departamento del Tesoro de Control de Activos Extranjeros (Ofac) sobre la situación de Banco Continental se multiplica en las redes sociales por informaciones o, más bien, especulaciones nacidas de la desinformación o de intereses ajenos al área financiera o el ámbito de la economía nacional, calificada recientemente de estable por organismos internacionales de crédito y favorecida con la expansión de la economía norteamericana y la baja en el precio del petróleo.

    “Es muy importante el manejo responsable de la información en el mejor interés de los depositantes, del sistema financiero nacional y del país, para no provocar confusión e intranquilidad en la población ni daños a la economía”, señala en un comunicado la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba).

    Entre los hondureños cunde la inquietud como se refleja, desde ayer, en las filas para entrar en las oficinas bancarias de Continental, en las manifestaciones de los empleados y en las exigencias de los acreedores. En la medida en que se le vaya dando repuestas a cada uno de ellos, según el proceso ordenado, apegado a la ley, ya anunciado por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, se mostrará la solidez del sistema financiero, cuya fortaleza e integridad aumentarán con el procedimiento legal y oportuno aplicado.

    Las decisiones y acciones de las autoridades necesitan de los ciudadanos una repuesta tranquila en defensa y protección de los recursos personales o de capital de empresas o grupos, aunque para los afectados la prioridad serán sus ahorros o sus prestaciones, cuya garantía ha sido señalada como prioridad en las instituciones rectoras del sistema financiero y por parte del Gobierno de la República.

    “El sistema financiero hondureño está sólido”, señala el presidente Juan Orlando Hernández, quien asegura que “los números que nos ha presentado el equipo técnico indican que hay respaldo suficiente para poder resolver la situación de los empleados y ahorrantes”.

    “Todos los hondureños queremos un país en paz, crear confianza en la inversión para la generación de empleo y el crecimiento económico, por lo que con la confianza en Dios y el respeto a la institucionlidad confiamos que esta situación específica sea manejada por todos con la responsabilidad que la misma amerita”, señala la Ahiba.

    Comprendemos que aconsejar tranquilidad y paciencia a los miles de hondureños afectados por esta situación puede calificarse de extemporánea y desconocedora de problemas individuales o familiares, sin embargo, el pragmatismo y la racionalidad exigen ambas virtudes para hacer valer, en la mejor forma y con prontitud, el derecho de todos los ahorrantes y los trabajadores.