17/04/2024
09:24 PM

Ya hay fecha

  • 02 julio 2015 /

    De extremo a extremo y ¿en medio? La normalización en las relaciones de Estados Unidos y Cuba han avanzado de tal manera que aumentan las expectativas de “soluciones mágicas” en los cubanos de la isla, no exentas de riesgos de frustración, y la indignación o en entusiasmo en el exilio, según las generaciones. También el mundo político norteamericano se mueve de orilla a orilla, siendo más notable la oposición de los republicanos a quienes debe ganarse la Casa Blanca para poder avanzar en el camino de acercamiento de las dos naciones vecinas.

    El anuncio del presidente Barack Obama de la próxima apertura de embajadas y el restablecimiento de “relaciones diplomáticas y misiones diplomáticas permanentes en nuestros respectivos países el 20 de julio de 2015”, según carta dirigida al presidente Raúl Castro, muestra el éxito de las negociaciones sostenidas en los últimos meses, aunque falta aún una dura batalla en el Capitolio y negociar los requerimientos del Gobierno castrista.

    En un lenguaje que pudiera analizarse como encrucijada, el presidente Barack Obama, al hacer el anuncio en la Casa Blanca, calificó su decisión “de una opción entre el futuro y el pasado”. El primero prometedor y necesario y el segundo aleccionador para ambas partes que conjunta y amigablemente habrán de dejar atrás, pero corrigiendo los errores y ampliando los compromisos de cambios en campos fundamentales de los derechos ciudadanos.

    “No puede haber relaciones normales mientras se mantenga el embargo”, ha reaccionado el Gobierno de La Habana al que ha respondido el Gobierno demócrata con la apelación directa a los legisladores para eliminar la barrera que durante cinco décadas ha separado, pero ha sido para La Habana la excusa histórica de su fracaso revolucionario acrecentado con la desaparición del bloque soviético.

    Iniciativas parlamentarias para facilitar los viajes y el intercambio comercial se hallan ya en el Poder Legislativo, pero la composición de las dos Cámaras hacen muy cuesta arriba las propuestas del Ejecutivo. Ya se está realizando entre los congresistas una tarea de ablandamiento que resulta sumamente compleja, pues 56 años de enfrentamiento no es arrancar la hoja del calendario, sino que requiere acción continuada y visión, ambas ligadas al momento político electoral de la Unión Americana.

    Hablando se entiende la gente y si en el caso de Cuba hay resultados concretos, en otros países del hemisferio las negociaciones discretas “para no herir susceptibilidades”, de Caracas y Washington, o las abiertas como el gobierno colombiano y las Farc también pueden beneficiar al pueblo, golpeado directamente por los errores de los de arriba.