¿No hay ya alguna línea de investigación clara y completa? Es la pregunta de los derechohabientes del Instituto Hondureño de Seguridad Social, víctimas de la trama corrupta, a la espera de que la justicia vaya alcanzando las etapas del debido proceso y finalmente, en el caso concreto de una acusación o requerimiento, llegue a sentencia. Después vendrá otra y otra, pero lo justo para quienes han sido lesionados en sus derechos es que los procesos caminen y no se empantanen a la espera de que el silencio y el olvido suplanten a la justicia.
Señalamos lo anterior porque el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) continúa en su trabajo de adentrarse en la red donde los fantasmas siguen apareciendo y cuya identificación es el gran desafío en la primera etapa que debiera tener en las siguientes repuestas inmediatas para esclarecer la situación, compensar a las víctimas y hacer caer todo el peso de la ley sobre los implicados en el saqueo del IHSS.
El informe de los últimos hallazgos da cuenta de que tres personas, una de ellas todavía empleado de la institución, obtuvieron ingresos muy superiores a los provenientes de los salarios de cada uno, evidenciados en los gastos, inmuebles, vehículos, viajes, etc. Hay indicios racionales para el CNA de enriquecimiento ilícito, suposición respaldada por la agilidad con que dos de los señalados se “hicieron humo”.
Pero no están todos los que son, como dice el lenguaje popular, por lo que hay temor de no mostrar otro rostro los operadores de justicia, que los procesos múltiples del mayor de los saqueos del organismo asistencial se prolonguen por décadas y aparezcan las figuras jurídicas de la prescripción, los beneficios de la tercera edad o la pérdida de pruebas.
Creemos que no, pero si por la víspera se conoce la feria ya nos imaginamos el rosario de recursos en cada una de las causas y en favor de cada uno de los acusados, de tal manera que las víctimas, incluso mortales, por falta de medicamentos o deficiente atención, serán además víctimas de una justicia que si llega, será tardía.
En el asunto del Seguro la investigación va, pero ¿hay más? Esta es la pregunta del siglo que exige respuesta con hechos concretos, no con explicaciones que vayan dando largas en líneas abiertas cuyo final se pierda en el infinito. Aunque traído de los cabellos, la filosofía del pueblo señala, “ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre”. Tanto y tanto se va acumulando que va a resultar quemado no el santo, sino las pruebas, el derecho de las víctimas y el triunfo de la justicia.
