19/04/2024
12:32 AM

Inicio de la historia

El acercamiento entre EUA y Cuba abre las puertas entre vecinos para convivir civilizadamente.

    El secreto bien guardado en el triángulo Washington, La Habana, el Vaticano puede ser el fin de la historia, pero más bien es el inicio, pues el ayer se va difuminando en un horizonte en el que lo que se divisa no se parece nada al pasado.

    El anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas y el fomento de las relaciones comerciales son dos puertas que se abrirán entre vecinos para convivir civilizadamente “con nuestras diferencias”.

    El impacto en la opinión pública norteamericana y cubana, así como en gobiernos latinoamericanos más ligados a la isla, está en proporción al fiel cumplimiento del secreto, cuya confirmación más evidente fue el discurso del presidente venezolano contra el imperio yanqui y sus sanciones. Pocas horas después era arrollado por la decisión de su protegido para reconocer la valentía y el encomio del mandatario norteamericano.

    Es pronto para medir el alcance de la decisión del presidente Obama que vuelve a agarrar en curva a los republicanos, a pocos días de quedar sin respaldo en el Congreso norteamericano. Recientemente las medidas ejecutivas sobre inmigración generaron un tsunami que ha ido aminorando, en las filas conservadoras. Las reacciones a favor y en contra han surgido en aquellos lugares donde hay mayor concentración de cubanos.

    El trascendente paso de la Casa Blanca, recuerda el histórico viaje del presidente Nixon a China en 1972 con el que formalmente comenzaron las negociaciones para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la gran nación del continente asiático, cuya apertura al capitalismo la ha ubicado como la gran potencia económica y comercial, aunque el modelo político no muestra avance en las libertades fundamentales. Este es el modelo que se vislumbra en la isla caribeña, cuya prioridad, aunque no sea del agrado de los anticastristas, estará enfocada en la economía, en mayor apertura al capital externo que cree fuentes de empleo, como oportunidad para aumentar la escasa capacidad adquisitiva de los ingresos de la población cubana.

    De un lado y otro del océano el desafío está lanzado. En la isla perdieron su papel de víctimas del imperio, en buena hora, porque el respaldo petrolero, sostenimiento de la economía cubana a la caída de los regímenes socialistas de Europa del Este, está en agonía. Llegarán las negociaciones y habrá que esperar sorpresas en un “quid pro quo”, es decir, en las dimensiones inimaginables de un dando y dando, en el que la prudencia diplomática del Vaticano puede hacer que en líneas torcidas se escriba recto.