El inicio de la reapertura de escuelas para que los niños reciban clases semipresenciales ha sido una excelente noticia cuando la decisión es acompañada del compromiso ineludible de tomar todas las medidas de bioseguridad con los escolares, centros de estudio y con los maestros, que deben tener su esquema de vacunación completa para hacer frente al covid-19. Esas medidas deben, como parte de este nuevo ciclo educativo, alentar a los padres de familia para que también ellos se vacunen, conscientes de que la única forma de detener los estragos de la enfermedad es si toda la comunidad se protege.
Para ese propósito, la educación cuenta con un arma importante: la voz del maestro, su poder de convencimiento y disuasión, no solo para que se use la mascarilla y se atienda el distanciamiento en el aula, sino como guía para que las familias acudan a vacunarse. Y esa voz toma mayor poder cuando ha empezado a tener contacto presencial con sus alumnos y con los padres de familia, que les confían a sus niños y jóvenes.
Según el Gobierno, al menos 130 centros educativos han reabierto, desde septiembre, autorizados por Sinager y la Secretaría de Educación, aunque las mismas autoridades admiten que hay escuelas en todo el país, sobre todo en las zonas rurales, que desde febrero decidieron acondicionar sus aulas de clases para cumplir con el sagrado deber de la enseñanza. Sus maestros están convencidos de que la virtualidad no alcanzaba a todos y reabrieron escuelas en Ocotepeque, Intibucá, Comayagua, Santa Bárbara, Francisco Morazán y Copán, dando el ejemplo al tomar la responsabilidad de impartir clases semipresenciales desde hace meses. Uno de esos centros es la escuela Mariano Álvarez, en Minas de Oro, Comayagua, cuyos 140 estudiantes reciben clases de lunes a viernes en dos jornadas desde febrero. Para reabrir el centro, cada grado se dividió en dos grupos y acuden en horarios de mañana y tarde. “La decisión de reabrir la escuela fue apoyada por los padres de familia, ellos dotan al centro de insumos de bioseguridad y además se han priorizado los contenidos”, explicaba el director del centro, el profesor Ángel Sandoval, quien ha mostrado su liderazgo en la comunidad.
Y es prioritario que más escuelas y colegios retornen a las aulas en esta modalidad de la semipresencialidad, cumpliendo con las condiciones de bioseguridad y la vacunación de los docentes. Pero, además, que la Secretaría de Salud se una a esta cruzada llevando los programas de vacunación al interior del país y que se una con los maestros para convencer de que es imprescindible la inmunización. Esa voz del maestro es valiosa y hay que usarla para educar a los padres y a sus comunidades en la necesidad de que todos nos vacunemos, prevenir infecciones graves y alejar la muerte. Ellos saben que contribuir a proteger a todos del virus les permitirá mantener sus escuelas abiertas.
