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02:29 AM

Esperanza

  • 22 noviembre 2020 /

    Mientras en Honduras enfrentamos días difíciles y agobiantes por el paso demoledor de los huracanes Eta y Iota, el mundo celebraba importantes noticias sobre los avances en la lucha contra la pandemia. Cuatro grandes laboratorios divulgaron este mes los resultados positivos sobre sus vacunas contra el coronavirus. Las cuatro altamente efectivas.

    La estadounidense Pfizer —en alianza con BioNTech— fue la primera en publicar resultados prometedores, seguida por los desarrolladores de la vacuna rusa Sputnik V y de la empresa Moderna que ha asegurado que su vacuna es efectiva en casi un 95%.

    Hace unos días, la revista The Lancet también divulgó datos de la fase 2 de la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca, informes más esperanzadores porque su vacuna es segura incluso en personas mayores. “Las respuestas inmunitarias a las vacunas son peores en los mayores porque el sistema inmunológico se deteriora gradualmente con la edad, lo que también los hace más susceptibles a las infecciones”, han explicado sus autores, insistiendo en que “es crucial que las vacunas covid-19 se prueben en este grupo que también es prioritario para la inmunización”.

    En medio de la aflicción en la que vivimos en estos días, estas noticias son alentadoras, aumentan las posibilidades de ponerle fin a la pandemia, retornar a una vida más normal —porque nunca será igual— y reversar la dramática crisis económica, social y sanitaria desatada durante todo este año, cuando la cantidad de fallecidos por el covid-19 supera el 1.3 millones en el mundo. De esos muertos, 429,000 son de Latinoamérica y más de 2,830 de Honduras.

    ¿Qué se sabe sobre estas vacunas? Lo primero, que aún se están realizando ensayos y que hay interrogantes que faltan responder, como cuánto dura su inmunidad, cómo será su costosa y desafiante distribución y cuándo llegará a nuestros países tercermundistas.

    Lo que sabemos hasta ahora es que las cuatro vacunas, que han sido probadas en decenas de miles de personas, no están registrando —por ahora—reacciones adversas ni mayores problemas en las personas que las recibieron. También sabemos que las primeras dosis estarían listas a finales del año, aunque en forma masiva hasta el primer trimestre de 2021.

    Estos resultados preliminares, igual, generan optimismo sobre otras vacunas que están en desarrollo en el mundo y producen una profunda emoción porque probablemente estamos a poco tiempo de acceder a una de estas dosis y dejar atrás este virus.

    Son noticias alentadoras, un baño de esperanza.