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'Resetear”

  • 28 marzo 2020 /

    Recordamos estos días, con mayor énfasis, la figura y las palabras de Mafalda, protagonista de una tira de la prensa argentina: “¡Paren el mundo, quiero bajarme!” Lo que hasta hace unos meses imaginaba y dibujaba una serie de problemas en los ámbitos personal y país hoy se ha transformado en un grito universal, clamando “resetear” la civilización, cuyo mayor enemigo es el “civilizado” que, por millones, se halla confinado imaginando o adivinando la dimensión de lo que muy probablemente llama a la puerta o ya puso los dos pies adentro.

    Más de un tercio de población mundial se halla confinada en sus hogares como la mayor de globalización sobre la que no se han realizado encuentros de alto nivel ni cumbres; pero ha obligado a una carrera contra el tiempo para encontrar una vacuna y una medicina que cure, pues hasta hoy el horizonte se ha llenado de voces “pasará”, más fuertes las de las autoridades.

    Cuando eso llegue si se logra, la meta de “algo temporal y junto lo venceremos” se muestra como punto de partida de cambio, pues hay que aprender del pasado y más cuando la tragedia se halla en la ruta de la civilización, arrasadora de la casa común que recibe lo que ha ido sembrando a lo largo de los siglos, pues la sabia naturaleza devuelve, aumentado y sin corregir, cuanto se le entrega.

    La carrera por una vacuna es también una gran prueba de velocidad para llegar al mercado sanitario, lo que proporciona una mayor expectativa, pero también saltarse pasos obligados en situaciones de menor gravedad. Con riesgos son grandes, pues la necesidad va contra el tiempo que no es semanas, sino de un año o más, por lo que las restricciones, la labor ciudadana y la responsabilidad de las autoridades son las medidas más eficaces para mitigar el daño de la enfermedad.

    El comportamiento social, las actuaciones, desplazamientos incluidos, marcará el ritmo de enraizamiento del virus, sobre el que no se debe desviar la mirada, pues el objetivo inmediato es salvar vidas, para lo que es necesario bajar y mantener bajos los niveles de transmisión, pues la desaparición del Covid-19, hasta hoy, no es creíble. Nada es imposible, pero la solución no será tan cercana como queremos.

    'Convierte tu muro en un peldaño”, aconsejaba el poeta austriaco Rainer María Rilke, para hacer de la adversidad una gran oportunidad por medio de aprendizaje y evitar seguir repitiendo los tropiezos en la misma piedra, pues aunque seamos de cabeza dura, la inmensidad y fuerza de la tragedia universal deben obligar a un “reseteo” de la civilización.