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El país más culto de América

  • 13 noviembre 2019 /

Por eso es que los hechos violentos que se han dado, casi de manera ininterrumpida, en los últimos días en la tierra de Mistral y de Neruda son difíciles de explicar.

    Sí, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, Chile ha sido considerado, desde hace mucho tiempo, el país más culto de América. Las mediciones internacionales, como la de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), han colocado a ese país sudamericano a la vanguardia de todo el continente y se le ha señalado como modelo a imitar, como ejemplo a seguir.

    Toda una generación de docentes hondureños también recibió la influencia de la academia chilena, puesto que la Escuela Superior del Profesorado contó, desde su fundación y durante los primeros años de funcionamiento, con la presencia de maestros procedentes de Chile, aparte de que los planteamientos pedagógicos sobre las que fue erigida la actual UPNFM y que sentaron las bases para la definición de su propio perfil como formadora de educadores tuvo fuerte influjo de esas lejanas tierras. Después, el exilio de muchos intelectuales, luego de la salida de Allende y la instauración del gobierno de Augusto Pinochet, enriqueció la vida cultural del resto de América Latina y de otras regiones del mundo, pues muchos profesores universitarios salieron de Chile y se instalaron en ellas y ahí sirvieron cátedra.

    Se ha dicho, y hasta ahora no ha habido voz discordante, que entre educación y desarrollo hay un nexo necesario, indispensable, y que en una población con altos niveles de formación académica la convivencia social armónica se facilita, en parte porque la educación fortalece los valores éticos y dota a los ciudadanos de una visión del mundo más amplia y más tolerante.

    Por eso es que los hechos violentos que se han dado, casi de manera ininterrumpida, en los últimos días en la tierra de Mistral y de Neruda son difíciles de explicar. Cierto que, como en toda Latinoamérica, hay grandes desigualdades y que la “economía del derrame” no había llegado a todos los estratos sociales. Cierto que el acceso a la educación de calidad no es posible para todos los chilenos, aunque mucho más que en otros países del área, cierto que también en Chile hay polarización política.

    Pero parece claro que ha habido actores externos que han promovido la agitación y Gobiernos extranjeros, ajenos a la región, que buscan extender su influencia en este continente. Personajes como Maduro el venezolano y sus aliados casi han aplaudido los actos irracionales sucedidos en Santiago y en otras ciudades, y Gobiernos como el ruso han mirado con complacencia cómo un Gobierno democrático es probado por el fuego. Está claro que los enemigos de la libertad no están dispuestos a dejar en paz a los pueblos, por eso también los hondureños debemos estar atentos, ya que aquí tenemos seguidores del Foro de Sao Paulo, de Cuba y de sus torcidas intenciones listos para promover el caos y dañar, aún más, a esta pobre patria.