San Pedro Sula, Honduras
Aunque ya lo dice el refrán que “de poeta y loco todos tenemos un poco” parece que el nivel de desvarío se acentúa en algunos entre los que se encuentran o pueden hallarse parlamentarios por lo que para prevenir, del presente no se dice, ha sido introducida una iniciativa que a más de una persona hará reír y la mayoría la sentirá como un bofetada como si no hubiese otras cuestiones más urgentes e importantes en el país; pero como los representantes de la voluntad popular gozan del derecho de presentar iniciativas, pues ahí va eso.
A los requisitos establecidos, ser hondureño por nacimiento, haber cumplido veintiún años de edad, estar en el ejercicio de los derechos ciudadanos y ser del estado seglar, habrá que añadir lucidez mental, ausencia de trastornos o como dirían los chavos: “no tener ningún tornillo flojo”, y para ello con las otras constancias y papeles sumar la certificación de evaluación psiquiátrica en la que conste estar en todos sus cabales.
El parlamentario proyectista ante las insinuaciones y sonrisas irónicas explicó el motivo de su iniciativa que además constará en la evaluación de su labor en el Parlamento. “Esto no lleva dedicatoria, no hay que actuar como niño, brincar como señorito, hay que hacer las cosas bien”. Pues bien hechas estarán, incluso, para el sentir y pensar de quienes no muy cuerdamente participen en debates y votaciones en el hemiciclo. Sin especificar dedicatoria ni apuntar a curul alguno, el proyectista conocerá algo para prevenir, evitar que se hable y se debata “sin ton ni son” y, peor, si se “descarrila”.
La integración de comisiones, de las que se dice que son excusa para no hacer nada, está a la disposición de los parlamentarios como aquella en que se pide a un grupo de diputados que verifique si el cilindro de gas contiene todo el producto o se le rebajan algunas onzas que sumarán muchas libras si la sustracción es masiva, pues el número de “chimbos” es alto. ¿Y la Fiscalía del Consumidor? Vaya usted a saber. Poque no solo es el contenido, también el continente, es decir, los envases con deterioros evidentes que conllevan un gran riesgos para los usuarios.
También el agua entró en las iniciativas para “halar” las orejas al alcalde, pues se le exhorta que envíe “rondín” para echar un vistazo, hallar desperfectos en las tubería, arreglarlas y evitar pérdidas del vital líquido. ¿También para estos se necesita una iniciativa parlamentaria? Si fuese la expresión de un respaldo financiero para llevar agua a decenas de colonias se multplicarían los aplausos, pero... Iniciativas muchas, no pocas no pasan de anécdotas y de la reseña en los medios de comunicación.