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¿Utopía?

  • 19 abril 2018 /

La ley y el cumplimiento del deber no deben estar condicionados al “padrino”...

    Aunque en un principio se escucharon voces por lo anticipado, algunos calificaron de madrugón, el inicio del proceso para la nominación, selección y nombramiento del titular de la Fiscalía General del Estado y Fiscal Adjunto, la necesidad de organizar las pruebas para los aspirantes y concretar fechas de realización han precisado cinco reuniones de la Junta de Proponentes que identificó el contenido de las evaluaciones, su valor y el organismo ajeno como veedor de las acciones, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

    El esfuerzo y también el valor por el triunfo de la transparencia ha de ser prioridad y variable altamente significativa en todo el proceso de manera que cada candidatura sea conocida en la sociedad sin temor de ninguna naturaleza, sobre todo, a aquellos señalamientos de cercanía o militancia política que debieran quedar, bajo llave, en una habitación cercana, cuando se llega a un cargo de tal responsabilidad como es la Fiscalía, operador de justicia en unión con la Policía y el Poder Judicial.

    Informaciones internacionales, en los últimos días, han resaltado la decisión de un juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos, calificado de conservador y propuesto por el presidente Donald Trump, lo cual en la mentalidad de los hondureños significa sometimiento a las exigencias de quien lo presentó. El profesional del Derecho respaldó una sentencia contra la política antiinmigrante de la Casa Blanca al declarar “difusa” la sección de una ley que facilita las deportaciones de personas con cargos menores, con antecedentes penales.

    La lección es clara: la ley y el cumplimiento del deber no deben estar condicionados al “padrino”, persona o institución que propuso, que dio el empujón, grande o pequeño, para llegar al cargo en el que desde el primer momento habrán de prevalecer las responsabilidades asumidas, los principios y valores y no intereses ajenos. Claro que el nombramiento de las autoridades del Ministerio Público tiene su ingrediente político al ser el Poder Legislativo el que tiene la última palabra sobre la propuesta que la Junta presente para el nombramiento. En los partidos políticos, sin confirmación oficial, por supuesto, ya van aflorando los nombres de posibles candidatos que deberán desmarcarse en el proceso y, definitivamente, en el desempeño de su cargo de sus “patrocinadores” y actuar con profesionalismo e independencia, solamente sometidos a la ley.

    Puede parecer una utopía, pero como el juez norteamericano, el trabajo en la Fiscalía no es para mostrar gratitud, sino para que prevalezca la justicia en coordinación con otros operadores.