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¿Catastrofismo?

  • 08 diciembre 2016 /

El Estado no ha sido solidario, sino aprovechador.

    San Pedro Sula, Honduras

    Eso no se lo creen ni ellos, es la expresión escuchada cuando no se quiere decir que es una mentira, un engaño manifiesto para contentar inmediatamente o conseguir algo. El dicho se completa con aquel otro que vanamente sirve de consuelo, en el camino se arreglan las cargas. Y ello hace referencia a la inclusión masiva de aportantes o no aportantes al Instituto Hondureño de Seguridad Social según el nuevo instrumento legal.

    No decimos que sea gratuita la atención porque alguien tendrá que asumir los costos y aquí es donde se halla la piedra de tropiezo que no será piedra, sino muro contra el que se acabe de estrellar el Instituto Hondureño de Seguridad Social.

    ¿Quién responde por los nuevos afiliados? El Estado. Aquí recordamos a Condorito.

    Mal pagador y mucho peor cuando los ejecutivos de la institución provienen de círculos políticos y los puestos medios son alimentados por activistas o compromisos personales o de partido.

    Y si a ello sumamos, como ha estado sucediendo, que la directiva, supuestamente defensora de los derechos y recursos de los trabajadores y empresarios, se coluden con las autoridades del IHSS tenemos la fórmula perfecta para el caos en unos años.

    En la ecuación hay además otra parte que va contra todo razonamiento sensato: No se halla el IHSS en su mejor momento, no ha habido aún recuperación tras el saqueo, las instalaciones físicas son las mismas de hace años, el personal, profesionales de la Medicina, ha disminuido, particularmente los especialistas, cuyo cese ha dejado vacantes para las que no se ha llamado a concurso. ¿Aumento de afiliados con la subvención del Estado?

    Esta es, sin duda, la trampa. Dolerá y habrá protestas porque aumentarán las cuotas patronal y del trabajador con la explicación de un supuesto mejoramiento en la consulta interna, en los laboratorios, en la hospitalización; agilización en el pago de las incapacidades e incremento en las jubilaciones, pero seguirá el espejismo que se desvanece con el no hay, cita en un año o incapacidades pagaderas a finales de la década.

    Puede calificarse esta columna editorial de catastrofista, pero el IHSS es sostenido con aportaciones reales de trabajadores y empresarios con derechohabientes, aportantes y beneficiarios. El Estado no ha sido solidario, sino aprovechador, ni lo será aunque esté incluido en la ley. Pues se aplica el absolutismo: “El Estado soy yo”.