Manteniendo los controles aduaneros y la seguridad, la carga retenida en Puerto Cortés, La Mesa y Toncontín halló la puerta de salida en una semana con la iniciativa y acción efectivas de la Comisión Presidencial de Reforma Integral del Sistema Aduanero y Operadores de Comercio (Coprisao). En estos tiempos de nombres rimbombantes y siglas a granel hay también respuestas ágiles y eficaces a los problemas reales, causantes de daños al Estado, a los importadores y a los consumidores.
Ha quedado en evidencia, una vez más, que cuando se quiere se puede, pero además han sido detectadas en el proceso de desaduanaje minucias tan irrelevantes que a pesar de su ridiculez obstruían la salida de mercadería. “Por una coma o un punto mal puesto y otros errores insignificantes que no alteraban para nada los valores a pagar al Estado se detenían contenedores, se imponían multas arbitrarias que causaban sobrecostos y muchas demoras”, explica el presidente del Cohep.
Desapareció el 100% de la mora lo cual es un éxito al dar respuesta a la queja o denuncia de numerosos importadores, cuyas compras, por trabas, por horarios, pero, sobre todo por lentitud de la burocracia, se hallaban atrapadas en una especie de laberinto con salida marcada en el canal rojo. Y ahí está el embudo, con rezago de contenedores hasta de un mes que no solo se contabiliza en días, sino el sobrecosto y la presencia retardada en el mercado o en los centros productivos.
Ya lo pasado, pasado, y de él no solo la experiencia, sino las determinaciones para llenar los vacíos y eliminar las decisiones subjetivas al margen y, en ocasiones, en contra de la ley con que actuaba el personal de Aduanas en el caso concreto de las importaciones provenientes de México amparadas en un tratado comercial. Los miembros de Coprisao han girado una normativa clara para acabar con decisiones muy personales en las que se agazapa la corrupción.
Faltará mucho y no se irá a la velocidad deseada en muchos otros asuntos de la administración pública, pero las acciones en Aduanas y las instrucciones para no volver a tropezar con la misma piedra, son indicios de logros que necesita nuestro país para mejorar la economía, sanear las finanzas, crear puestos de trabajo y avanzar en la consolidación de la calidad de vida de todos los hondureños.
