19/04/2024
12:32 AM

¿Qué es esto?

Redacción.

-En menos de 48 horas dos atentados terroristas y una decena y media de heridos.

-Reactualización de la Ley Antiterrorista y divergencias sobre prioridades entre la seguridad o las libertades y los derechos civiles.

- Caída del PBI

-Manifestaciones estudiantiles y enfrentamientos con la policía.

- Mayores impuestos a las grandes empresas.

- Polarización política. Izquierda y derecha radicalizan sus discursos tratando de imponer su propia visión.

Son noticias de ahora, pero que recuerdan a la Latinoamérica de los ’70. Una década aquella muy singular que comenzó con un fuerte avance de las izquierdas y del nacionalismo populista con el general Juan Velasco Alvarado y los militares “peruanistas”; general Juan José Torres, con su “gobierno revolucionario” en Bolivia; el socialista Salvador Allende asumía el gobierno en Chile; la Democracia Cristina, con Rafael Caldera, ganaba la presidencia en Venezuela; en Colombia, María Eugenia Rojas Pinilla, al frente de su Anapo, de línea populista, casi vence a Michael Pastrana (hablaron de fraude); en Argentina se debilitaba el gobierno militar y, Perón, desde el exilio, mantenía un diálogo cordial y fluido con Fidel Castro y crecían las guerrillas con “tintes peronistas”; en Uruguay se formaba una gran coalición de partidos de Izquierda (el Frente Amplio hoy en el gobierno) y los Tupamaros en su lucha armada clandestina que iniciaron a mediados de los ’60 estaban muy activos y con imagen fortalecida.

¿Y como terminó esa década? Con dictaduras represivas y con los militares, y una derecha totalitaria y fascista en el poder. Pero, como dijimos, las noticias del principio no son de otrora; son de estos días, y para mayor sorpresa se trata de hechos ocurridos en Chile, el país que mejor se condujo en la posdictadura, tanto económicamente como respecto a la necesaria reconciliación. Por lo menos hasta ahora.

Dos atentados terroristas: lunes 8 y martes 9; uno en Santiago en una galería comercial y estación de Metro a las 2 de la tarde (con 14 heridos) y el otro en Viña del Mar, por la noche, en un supermercado cerrado (un herido).

No es que sea la primera vez: desde el 2005 ha habido 205 atentados y en lo que va de este año ya suman 31, pero el de Santiago es la primera vez que ocurre en una zona y hora con afluencia de miles de personas.

La autoría, en principio, se atribuye a grupos anarquistas que han actuado en casos anteriores.

La diferencia es que esto ocurre en vísperas del aniversario del golpe militar contra Allende (11 de setiembre de 1973) y con un clima algo más “enrarecido”. Estudiantes que siguen inquietos, pese a que el gobierno de Michelle Bachelet ha encarado la reforma educativa: empresarios alerta ante una arremetida tributaria y una reforma laboral. El discurso se polariza y parecería que se quiere imponer un relato propio de la historia, como se ha hecho en Argentina y en Uruguay, pero que no era tan así en Chile.

Entre los chilenos hay quienes se resisten al relato oficial y tienen el suyo y hablan de “los 5,291 cubanos (88% diplomáticos) y los 1,916 soviéticos (técnicos) oficialmente presentes en Chile” y dicen “que fue una enorme mayoría de civiles que luchó contra la UP” ( Gonzalo Rojas- El Mercurio).

Mientras tanto, y entre esos diferentes marcos, la presidenta Bachelet en el acto sobre el insuceso, al tiempo de asegurar de que en Chile “no puede haber espacio para la violencia y el miedo”, hizo hincapié en el tema de los DD HH y reclamó que quienes tienen información sobre crímenes y desaparecidos de la dictadura, “civiles o militares”, la entreguen. “Basta de esperas dolorosas y silencios injustificados”, dijo.

Su discurso se pareció más a los de Cristina Kirchner, que al de cualquiera de los anteriores presidentes que tuvo Chile desde que se recuperó la democracia en 1990.