19/04/2024
06:17 PM

Nuestra madre Tierra

Mimí Nasthas de Panayotti

Hace mucho, mucho tiempo, me contaron una historia que todavía tengo grabada en la memoria. En un lejano país había que realizar un trabajo que beneficiaba a todas las personas de ese lugar. Sucedió entonces que todos sabían que alguien haría ese trabajo; en realidad cualquiera podría haberlo hecho, pero lo que realmente ocurrió es que nadie lo hizo. Lo más triste de la historia es que alguien se enfadó cuando se enteró de lo que había pasado, porque le hubiera correspondido hacerlo a todos. El resultado final fue que todos creían que lo haría cualquiera y nadie se dio cuenta de que alguien no lo haría, cuenta Beatriz Castro.

El papa Francisco da un paso al frente y nos pide a todos que reflexionemos y cambiemos de actitud y nos presentó su segunda encíclica “Laudato sí” que es un desafío para proteger la casa común. ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a los que nos suceden, a los niños que están creciendo?

No está dirigida a algunos o cualquiera sino a todos, a cada uno de nosotros.

Es una invitación a tomar conciencia de los problemas a que se enfrenta al mundo, y así ver cuál es la contribución que cada uno de nosotros podemos aportar.

La contaminación, la basura, el clima, el problema del agua que sufren millones de personas, la pérdida de biodiversidad y el deterioro de la calidad de la vida humana y de la degradación social son aspectos de los que trata esta encíclica a la que les animo a leer.

Responsabilidad y corresponsabilidad con el otro y con nuestros deberes con lo que nos rodea. ¿Por qué no nos sentimos realmente responsables de alguien si no es de nuestra familia? ¿O de algo si no es de nuestra propiedad? ¿Qué le esta pasando a nuestra casa común?

La fe nos lleva a tener deseos constantes de transformar el mundo, de transmitir valores y de ser responsable con nuestra madre tierra. Y que mejor tiempo que el actual para llevar a cabo estos propósitos...