Otro desafío es limitar el potencial para la asignación arbitraria e indebida de recursos a partes relacionadas, o con acceso especial, de los funcionarios de los bancos a estos fondos. Es importante regular los máximos asignables y dedicar una cantidad de esfuerzo a auditar para que no se viole esta regla. Sin embargo, la misma naturaleza de la línea revolvente fácilmente permitiría corregir cualquier abuso, obligando a estos créditos a migrar a una línea comercial sin mayor consecuencia.
El caso de Banadesa es más complejo, es necesario que se retire de otorgar préstamos directamente. Para que esta pudiese ser viable, como mínimo se deberían aplicar las mismas normas que las anteriores. Cualquier intento de condonar deudas y pretender que en el futuro se cambiará con un parche legal o administrativo es una quimera. Los beneficios inmediatos para los funcionarios de obtener agradecimiento por condonaciones o nuevos créditos pesarán más que las pérdidas futuras para el estado.