25/04/2024
08:32 AM

Nadie sabe de lo que es capaz

Emilio Santamaría

Ocurrió en Tallahassee, capital del estado de Florida. Laura Shultz, que en aquel entonces tenía 63 años, levantó la parte delantera de un pesado automóvil Buick, para liberar el brazo de su nieto. Al parecer, este levantó el carro para cambiar una llanta, el aparato que usó para ello resbaló, el auto calló pesadamente y el brazo del muchacho quedó atrapado. Fue ahí donde la abuela, sin pensarlo, levantó el auto y liberó al nieto.

La noticia fue publicada en el National Enquirer, un periódico local, cuando la leyó el Dr. Charles Garfield, autor de “Peak Performance” (Desempeños Sobresalientes) habló telefónicamente con el nieto, que evidenció la verdad. Entonces fue a visitar a la abuela a su casa, y por más que insistía, ella se negaba a hablar de lo que llamaba “el evento”. Al fin logró que hablara. Le dijo que “Sí fui capaz de hacer eso cuando no lo creía capaz, ¿qué significa eso para el resto de mi vida? ¿Quiere decir que la he desperdiciado?”

Charles le dijo que su vida no había concluido, y que podía tener aquellos logros que hubiere anhelado. Entonces esa abuela le contó que siempre le fascinaron las rocas. De joven quería estudiar geología, pero sus padres solo mandaron a su hermano a la universidad, y no a ella. A los 63 años, por insistencia del Dr. Garfield, la abuela decidió entrar a la universidad local. ¿Adivinen qué estudió? ¡Sí, geología!

Hace ya muchos años, cuando ingresé a la Organización Dale Carnegie aprendí una gran lección: “Nadie sabe de lo que es capaz, ¡hasta que lo intenta!”. Desde entonces he visto a hombres y mujeres de ambición participar en los entrenamientos Carnegie en Honduras, desarrollar habilidades que les proporcionaron éxitos tan formidables, que hasta ellos mismos se sorprendieron. Vino la pandemia, y la Organización implementó cambios. Y he visto repetirse los éxitos ahora por Internet “Dale Carnegie Live Online”.

Sí, los sistemas Carnegie funcionan sorprendentemente bien, los resultados se siguen produciendo.

LO NEGATIVO: Vivir sin utilizar nuestras habilidades latentes, dominados por el no puedo.
LO POSITIVO: Descubrir que “Nadie sabe de lo que es capaz, ¡hasta que lo intenta!