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Paso decisivo contra la pandemia

  • 01 marzo 2021 /

Noé Vega

Mientras en Honduras celebramos, especialmente los médicos en este momento, en Israel la Fiscalía pide rendición de cuentas por la misma causa. El envío vía donación que Israel ha hecho de 5,000 vacunas para Honduras no está libre de cuestionamientos, no aquí claro, sino en Israel. Porque esta donación no es cuestionada en sí misma por la Fiscalía de Israel, sino que probablemente no siguió los procedimientos propios de una democracia parlamentaria como lo es el Estado judío.

Es que los judíos han sido a través de la historia protagonistas de las más grandes hazañas y su odisea como nación sigue dando que decir al mundo moderno. En Honduras, esta donación es un gran paso en la lucha contra la pandemia, pero igualmente deja entrever la ineficiencia de nuestras autoridades, ya que por mucho que estemos celebrando por los primeros vacunados no podemos olvidar que las vacunas gestionadas por el Estado todavía no llegan, sean vía Covax o compradas directamente a los laboratorios.

Pero, independientemente de cualquier polémica, lo positivo es que esta pequeña muestra de lo que podría ser la vacunación masiva nos da un rayo de esperanza de la mano de la nación judía de que en algún momento el país podría retornar a la normalidad.

En Israel, los contagios han disminuido en cifras alentadoras, así como también han bajado las hospitalizaciones y, como consecuencia, las muertes; empero, en Honduras, los procesos para la compra de vacunas siguen oscuros y nada accesibles a la ciudadanía para que pueda cuestionar las millonarias compras que se están haciendo, pero en Israel, donde la democracia funciona, 5,000 dosis de regalo para Honduras movilizan a la Fiscalía y ponen los puntos sobre las íes del poder del primer ministro Netanyahu. Un síntoma que la democracia israelí es funcional y que es un ejemplo para nosotros de que el poder siempre debe tener pesos y contrapesos que balanceen correctamente la administración del gobierno.

El reclamo de Honduras ante el mecanismo de la OPS también refleja que no hay ni ha habido una clara hoja de ruta de hacia dónde vamos, y una muestra evidente la tenemos con la reciente aprobada, y ya reformada por defectos de perspectiva, Ley de Vacunación, donde obviamente no participaron expertos en salud y medicina, que pudieron orientar que la lucha contra el covid 19 no tiene tintes políticos y que igual puede venir de la mano de una democracia parlamentaria como lo es Israel que de la mano de la Rusia soviética de Vladimir Putin, aunque a muchos no les agrade y aunque no cuente con la venia de la FDA.

Pero aquí lo decisivo es que esperamos que este proceso sea un camino sin retorno, que de Covax, de Rusia o de los laboratorios privados, Honduras pueda traer en el corto plazo una cantidad considerable de vacunas que tengan un impacto más real que mediático, como es el caso de las 5,000 dosis donadas.

No queremos ser limosneros con garrote, pues es digno de agradecer en un momento en que todo el mundo acapara para sí mismo lo que puede en el tema de las vacunas; pero no queremos dejar de señalar que también demuestra lo caótico del actuar de nuestras propias autoridades, y que de Centroamérica solo Honduras y Guatemala no han comenzado la inoculación de sus pueblos.