Recuerdo la historia que escribí en esta misma columna. Resumiéndola, un padre pide a Juan José, su hijo, que lleve al mercado del pueblo la carreta cargada de hortalizas. Como es la primera vez que el muchacho hace el viaje le da todas las instrucciones del camino.
Los bueyes jalan lentamente, y él está pendiente del árbol grande de sicomoros, más adelante el verde pastizal y finalmente el túnel. Ahí se detiene el muchacho, perplejo, mira lo obscuro del túnel y tiene temor de entrar. Lo piensa bien y decide regresar y contarle a su padre. Don Juan comprende y decide acompañarlo, le explica entonces que aquel túnel es muy largo y en curva, por eso se ve tan amenazador ¡pero tiene un final! Entran y avanzan lentamente, los animales que ya lo conocen, jalan la carreta confiadamente. Juan José está muy asustado ante la total obscuridad. Pero de pronto ve a lo lejos una luz al final del túnel.
El padre le toma del brazo, y entonces él sabe que si sigue caminando ¡hay salida! Hoy Honduras sufre una pandemia que paralizó la economía y mandó a mucha gente a terribles angustias y privaciones por mucho tiempo. Y, además, dos huracanes, ETA y IOTA agravaron terriblemente la situación, hundiendo en agua poblados enteros, dejando sin hogar a cientos de personas. Los albergues se llenaron y en ellos pasan hambres y vejaciones. El corazón se arruga al ver las escenas de sufrimiento. Muchos contribuimos para llevarles alimentos y ropa. Miles necesitan más ayuda para sobrevivir y afortunadamente hay gente de gran corazón que lo hace. Pero otros, aún más desafortunados, murieron soterrados por los derrumbes de tierras saturadas de agua que arrasaron sus casas.
El túnel en que estamos caminando parece del todo obscuro. Pero como dicen las canciones que han surgido para animarnos, nos levantaremos de nuevo. La historia nos ha enseñado que la luz aparecerá al final. El sol saldrá de nuevo, la reconstrucción comenzará, y las vacunas llegarán para acabar con la pandemia.
LO NEGATIVO: Sentir una justificada angustia ante un túnel tan complicado que parece no tener final.
LO POSITIVO: Revisar la historia, y saber que siempre Dios nos dará una luz al final de este túnel.
