El 2 de noviembre de 2020 se cumplieron 20 años de la Estación Espacial Internacional (EEI). Desde entonces, 64 expediciones y 240 personas de 19 países han vivido y trabajado en sus casi 109 metros de largo, bajo construcción permanente.
La EEI requirió la cooperación de 15 naciones para construirla. Viaja a 28,000 kilómetros por hora, completando una vuelta a nuestro planeta cada 90 minutos, y ha servido como laboratorio para más de tres mil investigaciones de estudiosos de 108 países.
Después de dos días de viaje, los cosmonautas rusos Yuri Gidzenko y Sergei K. Krikalev, y el astronauta estadounidense William Shepherd, inauguraron la presencia humana en la EEI con una estadía de 136 días, orbitando a 420 kilómetros sobre la Tierra.
En promedio, una expedición dura seis meses. Además de realizar experimentos científicos, los astronautas cumplen con distintas labores, algunas de las cuales incluyen caminatas espaciales, sumando un total de 227 realizadas hasta la fecha. La astronauta estadounidense Kate Rubins, junto con los cosmonautas rusos Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov, llegaron a la EEI el 14 de octubre. “Los tres disfrutaremos de una hermosa vista desde la cúpula para apreciar tanto a la Tierra como a la Estación Espacial”, dijo Rubins durante una conferencia de prensa desde la EEI.
La cúpula es el observatorio de siete ventanas de la estación, de unos 2 metros de diámetro y 1.5 metros de altura, desde donde la tripulación puede presenciar de forma transparente los 16 amaneceres y 16 atardeceres que experimenta la EEI cada día. En Honduras el atardecer se extiende mucho más, ahora con la creación de una Secretaría se reduce más la posibilidad de una pequeña ventana de transparencia.
