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Escenario para la industrialización

  • 27 septiembre 2020 /

José Azcona

Nuestra competitividad como país, en términos de poder exportar o producir para consumo local, depende de los costos locales comparados con los de nuestros competidores potenciales. Estas ventajas o desventajas comparativas sufren de variaciones a lo largo del tiempo. Debido a nuestro pequeño tamaño de economía, el efecto depende más de la evolución que tienen economías de mayor tamaño.

La actividad industrial básica requiere de múltiples insumos y, para ser competitiva, el costo de la suma de estos debe ser menor que el del rival. Estos incluyen transporte, comunicaciones, energía y el costo de la mano de obra. Entre más elemental es la actividad, el factor costo de mano de obra se vuelve más importante. Para actividades más elaboradas, el efecto disminuye, pero no deja de ser sustancial.

Hemos visto en esta década un incremento sostenido en los costos de producción en las economías industriales en vías de desarrollo, especialmente las asiáticas. Si tomamos el ejemplo de la República Popular China, su salario industrial promedio ha pasado de 20,000 a 65,000 yuanes (más del triple) en una década con una apreciación de moneda frente al dólar de EE. UU. de más de un 10% (7.60 a 6.75 por dólar). Esto significa que sus costos reales se han casi cuadruplicado. Adicional al aumento de salarios, esa economía tiene el desafío de tener cada año una menor población activa laboralmente. De un pico de 796 millones de empleados en 2014, el número ha ido descendiendo gradualmente, a un ritmo aproximado de cinco millones al año (fuente: statista.com).

Ambos factores juntos reducen de una manera progresiva la ventaja comparativa que puede tener en las actividades industriales extensivas en mano de obra. La población de mayores ingresos tiene un consumo más alto, por lo que una mayor proporción de las capacidades se requieren para atender el mercado interno. Por tanto, aumenta el costo y se reduce el número dedicado a la exportación por dos causas distintas. La tendencia esperada es que estos tres factores continúen y su efecto se magnifique al converger la economía china con las más desarrolladas.