“El único límite a tu impacto es tu imaginación y compromiso”.
Tony Robbins. Según el diccionario, barrera significa todo aquello que sirve para impedir el paso o delimitar un terreno. Vivimos en una sociedad que se caracteriza por la incertidumbre, la ambigüedad y la complejidad de las cosas; si quiere romper las barreras mentales, culturales y estructurales se debe cruzar la línea de la mediocridad, conformidad y pasividad no justificando las debilidades; sino multiplicando el número de acciones con todo el anhelo de alcanzar los objetivos y las metas.
Es momento de meditar cuántas veces las actitudes limitan las acciones. El Dr. Beecher demostró que las predisposiciones emocionales dan resultados físicos a la realidad, en el estudio se encontró que los participantes recibían una tableta azul que era relajante y otro grupo recibía una tableta roja que era estimulante; pero lo cierto es que las tabletas habían sido cambiadas y la roja era el relajante y la azul el estimulante.
Después del análisis de los efectos en cada participante el resultado demostró que la mitad había sentido el efecto que les habían dicho que produciría cada droga. Es decir que afirmaron sentir los efectos contrarios a lo químicamente comprobados; es por ello las barreras mentales pueden ser tan poderosas como capaces de crear en ti una realidad sin que la hayas comprendido conscientemente.
Proféticamente hablando, una “casa espiritual de Fares” se debe al linaje físico de rompedores de barreras que nacieron en esa familia. “Y sea tu casa como la de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de ese joven te dé Jehová”. Ruth 4:12. Fares, su nombre significa avance, brecha, irrumpir, fue a partir de Fares que viene la línea real de David; Fares está registrado en la genealogía de Jesucristo. Lucas 3:33. Es el espíritu de Fares, todos lo necesitamos para ser de bendición.
