19/04/2024
12:32 AM

El mes de la patria

Francisco Gómez Villela

En nuestro calendario celebramos este mes los 199 años de independencia.

Todos los que aquí habitamos hemos crecido en esa cultura de la exaltación por la independencia. Celebramos el día y hay asueto.

Es una actividad que se lleva a cabo todo el mes en escuelas y colegios como parte de su currícula. Realmente ya no es una celebración, es una costumbre.

Patria se define como el país adonde se ha nacido. Nación es el conjunto de habitantes de un país. Patriotismo es el equivalente colectivo al orgullo que siente una persona por pertenecer a un país, a una nación.

A 199 años de ser república es bueno preguntarse:

¿Qué nos une como país o como nación?.

Los símbolos patrios no nos generan nada en lo interior. La nacionalidad para una gran mayoría es una vergüenza, reniegan de ella.

El idioma no es el mismo para todos, aquí no se habla español. Lo han degenerado tanto que ya no se parece al original. Pregúntenle a los jóvenes.

La libertad de culto religioso divide con base en las creencias personales.

La cultura mucho menos. No tenemos un arraigo cultural propio. Nuestras raíces indígenas nos avergüenzan.

Nos deformamos con el tiempo y adoptamos costumbres de otros países.

La política ni qué hablar. En ese ambiente no existe unión ni dentro de las mismas corrientes. Allí hay hipocresía.

¿Entonces qué nos une? Personalmente pienso que nos une un deseo genuino de querer vivir en un mejor país (por eso muchos se han ido). Pero ese deseo se queda en eso. En idea, en sueño, y no aportamos lo que se necesita para lograrlo. Somos muy cómodos y esperamos que los demás lo hagan.

Y hay algunos que se alegran de que las cosas no vayan bien porque el negativismo y la intriga es su sustrato emocional.

Tenemos que madurar. La vida de un país no es la política. Es esfuerzo, trabajo, determinación, solidaridad, de toda la nación.

No esperemos que la política solucione, esa en lugar de unirnos nos divide, nos vuelve resentidos y recelosos.

Tenemos que quitarnos la amargura del corazón y ser espléndidos. Tenemos que darle espacio a la esperanza y creer que sí podemos tener un mejor país.

Honduras es un concepto elevado al que pocos acceden. Es más fácil celebrar “el mes de la patria”.