Con el tema de la crisis de la pandemia del coronavirus han resultado un sinnúmero de opiniones extremas sobre el inicio, actualidad y las expectativas futuras de este fenómeno social y económico.
Todavía es un misterio el origen del covid-19 y se sabe que empezó el año pasado en los últimos días del mes de noviembre en la ciudad de Wuhan, China, y que hasta este mes de agosto de 2020, hay un promedio de 18.5 millones de contagios y 702,000 fallecidos a nivel mundial.
Abunda todo tipo de “profetas”, entre ellos los agoreros que irresponsablemente dan declaraciones. Tedros Adhanom Ghebreyesus, secretario de la Organización Mundial de la Salud, ha vertido una serie de opiniones especulativas sobre esta pandemia mundial. Pero la última es el colmo: “El coronavirus se podría quedar para siempre con la humanidad”.
Otro personaje de este tipo de versiones, el genio y catalogado el hombre de mayor poder económico en el mundo, Bill Gates, dijo: “Esperamos que a finales de este año y principio del próximo ya hayan bajado las cifras de fallecidos en el mundo”.
En Honduras a una semana de cumplir cinco meses esta crisis sanitaria del covid-19 sobrepasa los 46,000 contagios y los 1,400 muertos, cualquier cantidad de versiones especulativas, nefastas y alejadas de la realidad. En Tegucigalpa aparecieron una gran cantidad de especialistas.
Entre ellos, el galeno Carlos Umaña, presidente de los médicos del IHSS, quien en muchas ocasiones ha brindado declaraciones alarmantes e irresponsablemente en varios casos, entre ellos, cuando la arremetió contra un grupo de empresarios y les señaló: “Con apertura o sin apertura económica, aquí todos, todos nos vamos a morir”.
La humanidad avizora que vendrán mejores tiempos y 9,300,000 de hondureños lo esperan en un país llamado Honduras.
