24/04/2024
03:04 PM

Superemos esta crisis

Mimí Nasthas de Panayotti

El secreto de la felicidad está dentro de usted mismo. O mejor dicho, la felicidad es usted. Si la persona vive en el pasado, quejándose de su situación, si sufre, si se tiene lástima, si considera que el mundo es injusto, si siente envidia, si es egoísta, si desea quedar bien con todos los que le rodean, si culpa a los demás de su desgracia, entonces no podrá ser feliz, está dormido.

El aceptarlo todo, el abandono, el despertar a la luz, son las únicas fuentes para lograr la tranquilidad. La fórmula perfecta del abandono o de la aceptación es aquella muy conocida: Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para conocer la diferencia. Poner en práctica esta fórmula sería por ejemplo, encarar un problema preguntándose: ¿Puedo hacer algo con esta situación hoy, ahora mismo? Si hay algo, proceda inmediatamente, no lo posponga ni un minuto más. Si no hay nada que usted puede hacer, entonces acéptela y olvídela.

Dentro del abandono o de la aceptación, está también el contentarse con lo que se tiene no con lo que se desearía obtener. Si tuviera tal casa, o aquel vestido, o si perteneciera a esa familia, si no fuera sordo, si pudiera viajar frecuentemente, podría ser feliz. Hemos de gozar lo que tenemos y tal como somos. Además cualquier situación puede tener su parte divertida y hemos de disfrutarla empezando ahorita mismo.

Vivamos un día a la vez, gozando los momentos uno por uno, aceptando los desafíos en el camino porque nos llevarán a conseguir la paz, contemplando este mundo tal como es y no como quisiéramos que fuese: confiando en que Jesús hará que todas las cosas salgan bien si nos abandonamos a Su voluntad y que seamos razonablemente felices en esta vida y enormemente felices con Él en la vida eterna. En estos momentos difíciles, todos deberíamos tener esta actitud positiva, de fe, de confianza, de que vendrán tiempos mejores, de que aparecerá un cielo azul, nítido y resplandeciente. Si nos unimos en un haz de armonía, amor y paz, lo conseguiremos. SUPEREMOS ESTA CRISIS.