19/04/2024
08:06 PM

Ese desarrollo

Graco Pérez

En junio de 2008, la Estación Espacial Internacional recibió al módulo japonés “Kibo”, que en español significa “Esperanza”, el cual se sumó a los módulos de Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea.

Kibo tiene forma de cilindro, pesa aproximadamente 15 toneladas, tiene 11 metros de longitud y 4.4 metros de diámetro. En su interior hay espacio para 23 estanterías del tamaño de un refrigerador.

Salió de la Tierra en el transbordador Discovery con siete astronautas a bordo, a cargo del comandante Mark Kelly y con el japonés Akihito Hoshide en la tripulación. El laboratorio completo es tan grande que necesitó tres vuelos para llevar las partes y montarlas.

Otro miembro de la tripulación fue el astronauta estadounidense Ron Garan, a quien las Carmelitas Descalzas de New Caney (Estados Unidos) le entregaron una reliquia de Santa Teresita, para que le acompañara en su viaje espacial.

El comandante Garan había llamado a la comunidad para pedir oraciones para su viaje en el espacio, ofreciéndose a llevar algún objeto sagrado que las monjas le encomendaran. Durante 14 días la reliquia de Santa Teresita recorrió 9,177,030 kilómetros en el espacio alrededor de la Tierra, a una velocidad de 27,291 kilómetros por hora.

El vínculo con Kibo también existe con Centroamérica. Desde la Estación Espacial Internacional, el brazo robótico de Kibo ha liberado al espacio el primer satélite de Costa Rica y el de Guatemala, como lo hecho con Bangladés, Bután, Ghana, Kenia, Nepal y Mongolia.
KiboCUBE es un programa conjunto de Japón y la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (Unoosa) para el lanzamiento de pequeñas naves espaciales de los países en desarrollo. Honduras no alcanza ese desarrollo.