Entre las relaciones humanas del lenguaje corporal está el fraternal, cordial y tradicional saludo del apretón de manos como una muestra de buenas costumbres y el más común entre los 7,700 millones de habitantes, que alberga nuestra madre patria, especialmente en las bienvenidas o despedidas.
Este contacto táctil produce una sensación familiar, amistad o de cortesía general que automáticamente recibe una sonrisa, promueve confianza y aumenta el estima en las personas.
Está el apretón con ambas manos por parte de una de las personas como señal de reverencia y respeto, especialmente en disciplinas religiosas.
Actualmente, en varios países han recomendado suspender este tradicional saludo del apretón de manos y recomiendan saludar puño con puño para evitar el coronavirus o Covid- 19.
En el caso de Honduras, el país debe estar más preocupado por los altos índices de homicidios y feminicidios, pues cada cuatro horas una persona es asesinada en cualquiera de los 298 municipios y las 24 horas durante el día y la noche.
Y el peor virus, el de la corrupción, especialmente en los tres poderes del Estado, donde no funciona ningún tipo de desinfectante para lograr lavarse las manos sucias de todo tipo de virus gubernamental.
Además, las autoridades de Salud en vez de estar haciéndose las preocupadas y metiéndole miedo a la población hondureña con el coronavirus y sacando millonarias cantidades en presupuestos debería estar trabajando más para combatir la epidemia del dengue, que tiene años de estar en el país y solamente en el año 2019 denunciaron 155 muertes, mal contadas.
Actualmente no se extrañe si en vez de la mano le dan un puño para evitar el coronavirus, según estas personas, ya que la mayoría tiene las manos sucias en un país llamado Honduras.
