25/04/2024
01:36 AM

Mala señal

Graco Pérez

El 27 de febrero de 2020, Italia pidió a los Gobiernos de otros países no hacer desistir a los turistas de visitar el país, ya que solo un 0.05% de su territorio había sido considerado foco de contagio.

El lunes 9 de marzo de 2020, el primer ministro de Italia, Guiseppe Conte, tuvo que declarar: “No habrá una zona roja, una zona restringida del país y otra no. Italia estará protegida en su conjunto”.

De acuerdo con la BBC de Londres, el riesgo es distinto al mismo grupo de personas en diferentes regiones del mundo. Además, el pronóstico depende del tratamiento que se reciba y del estado de la epidemia en cada país.

Si la epidemia comienza, los sistemas de salud podrían verse saturados de pacientes y solo existe una determinada cantidad de unidades de cuidados intensivos o ventiladores disponibles.

Según el diario El País de España, la batalla ahora mismo en Madrid es evitar que el número de afectados crezca tanto como para desbordar la capacidad de las plantillas sanitarias.

Además de neutralizar las posibilidades de respuesta de los laboratorios que analizan las muestras y superar el número de camas especializadas en los hospitales, poniendo en peligro la atención al resto de pacientes.

Para América Latina es difícil encontrar formas de comparación con China, por razones obvias, ni con Japón, Corea del Sur o Taiwán, países con una cultura milenaria, democracias consolidadas, economías sólidas y altos índices de desarrollo humano.

En el mundo se están midiendo dos fenómenos al mismo tiempo: el aumento real de infectados en cada país y la capacidad de detectarlos por parte de sus autoridades. En Honduras, las autoridades dicen que todo está bajo control, esa es una mala señal.