Este virus que comenzó en Wuhan, ciudad en la República Popular China a finales del mes de diciembre del año 2019, tiene asustado al mundo debido a sus resultados mortales y su ligera propagación a 78 países.
En menos de tres meses del surgimiento se aproximan a 3,000 muertes y a los 100,000 el número de infectados, especialmente en países asiáticos, africanos y de Medio Oriente. El coronavirus ya cruzó el Atlántico o el Pacífico, pues en América del Norte Estados Unidos ha reportado 60 casos; Canadá, 14, y México, 2. En América del Sur, Brasil ha notificado de un caso, pero en ninguno de ellos hay víctimas mortales.
En Centroamérica no se reportan casos de coronavirus, de no ser enfermos sospechosos y autoridades sospechosas, pues con la amenaza de este virus también hay gobernantes sospechosos, como el caso del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, quien dijo que el coronavirus estará en Guatemala en los próximos días o semanas. Horas después, autoridades de Salud desmentían esta versión.
En Honduras ha habido declaraciones irresponsables de diversas autoridades que pareciera que están aclamando que el coronavirus llegue al país o metiendo más miedo a la población que prevención, pues Roxana Araujo, exministra de Salud, afirmó la semana pasada que solamente es esperar unos días u horas para que llegue ese virus. También la pedagoga y ministra de Salud, Alba Flores, ha dado declaraciones especulativas, atemorizantes, más que reales y preventivas.
Motivo por el cual le aprobaron 130 millones de lempiras para la prevención y tratamiento del coronavirus. Será que no ajustan los 16,000 millones de lempiras del presupuesto de Salud para este año 2020, pues a finales de 2019 la ministra Flores anunció que regresaría 300 millones lempiras, ya que no encontró en qué invertirlo en un país llamado Honduras.
