Ese índice va más allá del crecimiento económico, medido por el producto interno bruto (PIB), el cual es una base muy importante para mejorar el progreso social, pero no la única. La mayoría de los países, más del 70%, que mejoran sus indicadores sociales tienen un previo crecimiento económico, pero no todos los que tienen crecimiento económico mejoran necesariamente en las mismas proporciones su bienestar social.
El índice mide la nutrición, cuidados médicos, acceso al agua, vivienda, educación básica y salud, entre otros sectores.
En su Índice global de 2018, los primeros lugares están entre los llamados países nórdicos.
De los países iberoamericanos, Costa Rica y Chile son los ubicados en los mejores lugares del Índice, 33 y 34, respectivamente. Brasil en el lugar 49 y México el 58. Bolivia el 80 y Nicaragua el 92, ambos con políticas socialistas en las últimas décadas. De Venezuela no hay datos confiables.
En México, la organización México, ¿Cómo Vamos? publicó el Índice 2019, donde disgrega por estados el progreso social en México. Los estados con mayor progreso social son Nuevo León, Querétaro y Aguascalientes, 1º, 2º y 3er lugar, respectivamente, caracterizados por una mayor inversión empresarial privada. Los estados con menor progreso social son Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Veracruz, quizá el estado más rico de la república, está por debajo del promedio nacional, en el lugar 29, solo arriba de Chiapas, Guerrero y Oaxaca. La variable de la corrupción gubernamental, difícilmente cuantificable, y que no la miden la mayoría de los Gobiernos, es una de las principales causas del atraso de México y de estados como Veracruz.