18/04/2024
01:30 AM

¿Un trabajo extraordinario?

Emilio Santamaría

Fue Brian Tracy quien nos dijo cómo él pensaba que funcionaba el mercado del empleo en tres factores: el trabajo que hacemos, cómo lo hacemos y qué tan difícil es reemplazarnos, y nos daba algunas recomendaciones: aumentar nuestro conocimiento, incrementar nuestro talento, mejorar nuestros hábitos de trabajo y hacerlo más tiempo sin distracciones, trabajar más creativamente y hacer algo que nos permita sentirnos bien y obtener así mejores satisfacciones diariamente.

¿Le parecen recomendaciones excesivas? Permítame entonces contarle sobre doña Rosa, una ascensorista en el viejo edificio de juzgados de Bogotá, siempre congestionado de gente con prisa. Cuando abría la puerta, los que entraban se empujaban con los que salían. El caos se repetía en cada piso, con calor y hasta malos olores. A pesar de ello, doña Rosa es recordada porque siempre andaba sonriente, saludaba y despedía al abrir y cerrar las puertas y siempre contestaba las preguntas que le hacían. Llegaba temprano y limpiaba y pulía su viejo elevador. Se cuenta que una periodista a quien llamaron la atención sus bromas, risas y buen humor le preguntó cómo podía permanecer tan contenta en esa clase de trabajo tan incómodo, rutinario y mal pagado. La respuesta dejó ver su secreto: “Lo hago por mí. Cuando doy buen trato me siento satisfecha. Si le ayudo a la gente se orienta gracias a mis conocimientos. Sé que el ascensor es viejo y mal mantenido, cuando lo limpio me estoy cuidando a mí, pues aunque no sea mío, vivo en él muchas horas de mi vida”. ¿Los otros ascensoristas piensan igual? Doña Rosa sonrío y contestó: “No, algunos de mis compañeros piensan que su tiempo de trabajo no les pertenece a ellos, dicen que es tiempo del patrón. Parecen ausentes, es como si murieran a las 8:00 am y resucitaran a las 6:00 pm. Me recriminan por mi actitud. Trabajan de mala gana maltratando a los demás y quejándose del jefe, aunque en realidad es tiempo de su vida, algo que nunca van a recuperar”. ¿Sería bueno que usted y yo revisáramos la actitud con que enfrentamos nuestro trabajo diario?

LO NEGATIVO: No percatarnos de que el tiempo es siempre nuestro y que no podremos recuperarlo nunca.

LO POSITIVO: Descubrir que es la gente ordinaria la que con su actitud hace un trabajo extraordinario.