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Desigualdad en AL, ¿algo nuevo?

  • 11 noviembre 2019 /

Decimos esto porque ante los estallidos sociales en América del Sur siempre aparecen los analistas tratando de explicarnos las causas o más bien la causa principal de esos estallidos sociales, la desigualdad.

Noé Vega

Es curioso, pero hay situaciones que parecen nuevas o como nuevas parecen las explicaciones que se presentan cuando hay acontecimientos sociales que se manifiestan en crisis en América Latina. Decimos esto porque ante los estallidos sociales en América del Sur siempre aparecen los analistas tratando de explicarnos las causas o más bien la causa principal de esos estallidos sociales, la desigualdad. Pero esta es una verdad de Perogrullo, nadie ignora que en Latinoamérica hay una profunda desigualdad social y económica, lo que es nuevo son las crisis que están estallando a raíz de la misma.

Latinoamérica es la región más desigual del mundo, esto lo saben los analistas, lo saben los políticos, pero no han querido abordar el problema porque les parece demasiado complejo, ya que les parece que la gente ha dejado de pensar en ello o porque como en el caso de la corrupción prefieren enfrentar los efectos y no las causas. El abismo entre los que tienen más y los que cada día tienen menos es enorme, y lo fácil es culpar de toda esta desigualdad a los organismos internacionales porque, como acontece con los políticos latinoamericanos, siempre andan buscando chivos expiatorios en vez de enfrentar estas desigualdades enfocándose hacia el interior de sus propios países. Y tal parece que mientras no haya conciencia suficiente que estas desigualdades puedan dar al traste con la democracia y también frenar de desarrollo socioeconómico de los países, hasta entonces será un tema de campaña política, pero no de país ni de Estado. Porque ha llegado el tiempo en que todas las partes comiencen a hacer sus mea culpa por las desigualdades, tal como decía un empresario del norte de nuestro país, los empresarios tienen que cambiar la mentalidad de que el objetivo solo es la ganancia, son las personas, decía este excandidato presidencial.

Si hay que examinar los modelos económicos, hay que hacerlo, pero no siempre teñidos de los modelos políticos, pues parece que ese es el problema, los modelos económicos nosotros en Latinoamérica siempre los adherimos a los modelos políticos, pero dejamos de ver el panorama del mundo donde una España socialista trabaja con las leyes del mercado o donde una China se ha vuelto superpotencia con un solo partido, el Comunista, pero con un juego al libre mercado que le ha puesto en el segundo lugar de las economías del mundo.

No decimos de exportar comunismo, decimos que si hay que cambiar las reglas de esos modelos económicos que han fracasado o si tenemos que buscar un amortiguador mayor para las tensiones sociales y económicas que genera el capitalismo, ha llegado la hora de plantearse esos amortiguadores. De lo contrario, como en el caso de la corrupción, solo se están incubando las próximas crisis, o es que estamos condenados en América Latina a seguir repitiendo estos ciclos económicos y ahora estas crisis sociales, que bien, si no pudieron evitarse, pudimos comenzar a visionar aquellos traspiés de nuestros modelos económicos y no tanto a las políticas del Fondo.