18/04/2024
10:16 PM

El manual

El problema con el aparato era que con tanto uso requería un cambio de baterías constante

Jibsam Melgares

Cuando estaba adolescente me regalaron un reproductor de audio portátil, conocido comúnmente como walkman. Recuerdo que estaba muy feliz con el regalo porque podía grabar de la radio mis canciones preferidas para estarlas escuchando una y otra vez en un casete. El problema con el aparato era que con tanto uso requería un cambio de baterías constante.

Después de cierto tiempo, mis padres me indicaron que ya no me las podrían comprar más porque era demasiado el dinero invertido en ellas. Así que tuve que idear la manera de resolver el problema. Luego de mucho cavilar y sopesar diferentes posibilidades determiné que la solución al problema de las baterías sería utilizar el adaptador del teclado musical de la casa para no tener que comprarlas nunca más.

Estaba más que feliz cuando conecté el adaptador a mi walkman y comencé a escuchar de nuevo mis canciones predilectas. Nunca imaginé lo que sucedería. No había terminado de escuchar la primera canción cuando la música comenzó a sonar rara, como más lenta y, lo peor, del aparato empezó a salir humo hasta que la reproducción se detuvo por completo. Frustrado traté de encontrar una respuesta a mi desgracia y hasta ese momento decidí ver el manual de mi reproductor. En él encontré la razón de mi error, el adaptador del teclado le había dado más voltios al aparato del que podía soportar, por eso se había estropeado.

C. S. Lewis señala que en cierta ocasión se le preguntó a un niño sobre cómo pensaba que era Dios. Él contestó que, según su criterio, Dios era esa clase de persona que siempre está espiando a ver si la gente se divierte, para luego impedírselo. Muchos, como este niño, piensan que los lineamientos éticos divinos presentados en la Biblia son un conjunto de reglas que solo existen para disuadir el goce libre de la vida. Sin embargo, como bien dijera Lewis, así como toda máquina posee un manual de instrucciones para su correcto funcionamiento, así también el ser humano necesita de su propio manual para que no estropee su vida y la desperdicie. Volvamos, pues, a la Biblia.